Vino de Umbría
Umbría cuenta con una sólida y milenaria vocación vinícola y, desde hace ya años, ha dejado de ser la sirvienta de la Toscana para erigirse como una región con una personalidad enológica propia y sorprendente, tanto en términos de calidad como de mercado. Los grandes tintos de Umbría, como los de la Toscana, proceden de unos viñedos extraordinarios, que pueblan los maravillosos paisajes de esta región del centro del país. Viñedos que crecen sobre suelos arcillosos, con una gran cantidad de sedimentos, ricos en minerales y una estructura adecuada, sobre suaves colinas con excelente exposición y una acusada variación térmica que confiere a los vinos una excepcional elegancia unida a una concentración admirable.
Antonelli San Marco Montefalco Rosso Riserva 2018
ECO
Antonelli San Marco Montefalco Sagrantino 2015
ECO
Signae Sagrantino di Montefalco 2011
Lunelli Tenuta Castelbuono Sagrantino Carapace 2016
Lunelli Tenuta Castelbuono Ziggurat 2018
Umbría
Umbría cuenta con una sólida y milenaria vocación vinícola y, desde hace ya años, ha dejado de ser la sirvienta de la Toscana para erigirse como una región con una personalidad enológica propia y sorprendente, tanto en términos de calidad como de mercado. Los grandes tintos de Umbría, como los de la Toscana, proceden de unos viñedos extraordinarios, que pueblan los maravillosos paisajes de esta región del centro del país. Viñedos que crecen sobre suelos arcillosos, con una gran cantidad de sedimentos, ricos en minerales y una estructura adecuada, sobre suaves colinas con excelente exposición y una acusada variación térmica que confiere a los vinos una excepcional elegancia unida a una concentración admirable.
De estos terruños nacen las dos perlas enológicas de la región: la DOGC Torgiano, unos sangioveses que nada tienen que envidiar a los mejores toscanos, vinificados de forma similar a como se hace en el Chianti, y la DOGC Sagrantino di Montefalco, vinos que sobresalen por su amplitud e intensidad, con tanino musculoso y muy longevos. Umbría es también una región dada a la experimentación: y, de hecho, como en la Toscana, las variedades autóctonas se mezclan aquí a menudo también con las internacionales, dando lugar a vinos tan prestigiosos como exclusivos. No menos importantes, destacan entre los vinos elaborados exclusivamente con uvas internacionales los elaborados con pinot noir, una uva que ha encontrado en los típicos y erosionados suelos de los calanchi de toba de Umbría un terroir de excepción, o los de gamay, una versión nada habitual que nos recuerda a las familias de garnachas.
Entre los blancos, los de la DOC Orvieto son de los mejores de Italia. Son blancos que nacen en los suelos de toba ricos en minerales de esta magnífica localidad umbra, de uvas autóctonas de grechetto mezcladas con pequeños aportes de otras variedades entre las cuales destaca la procanico, con el fin de preservar durante largos años un frescor y una mineralidad increíbles, incluso tras crianzas de más de 15 años. En la zona de Orvieto sobresalen también las producciones de blancos de uvas internacionales como la chardonnay (es aquí donde nace el mítico Cervaro della Sala), mientras que en la zona de Montefalco destacan los blancos de trebbiano spoletino, unos vinos de intensos aromas especiados a descubrir. Sin olvidar tampoco que Umbría es tierra de vinos botritizados, quizás el territorio más predispuesto a la podredumbre noble de toda Italia, por sus abundantes lagos, generadores de la humedad que propicia la aparición de este hongo.