Vino de Alto Adige DOC

La región alpina del Alto Adige limita con el Tirol austríaco y forma parte de Italia desde 1919. En ella convergen las culturas de ambos países y muchos de sus habitantes hablan aún alemán.

Mimado por el sol mediterráneo, moldeado por el paisaje alpino, preparado por viticultores experimentados y apreciado por los conocedores del vino de todo el mundo, el vino del Alto Adige ha conseguido en poco tiempo ser considerado uno de los mejores de Italia, especialmente si pensamos en vino blanco (62% de la producción). El clima alpino-mediterráneo, la gran variedad y calidad de sus suelos y los enclaves de ensueño han permitido a los viñedos producir uvas de extraordinaria calidad que meticulosos enólogos y cooperativas de gran creatividad han convertido en vinos excelsos. 5000 viticultores y 200 bodegas, 20 variedades de uva en 5500 hectáreas, altitudes entre los 200 y los 1000 metros y 98,8% del vino al amparo de la DOC son cifras que ayudan a entender la riqueza y diversidad del vino del Alto Adige.

Los vinos blancos elaborados con variedades como el pinot blanc, el chardonnay o el pinot grigio son afrutados y precisos. En los valles de Isarto y Venosta se cultivan cepas de riesling con las que se elaboran vinos de gran calidad, mientras que la variedad gewürztraminer, que debe su nombre al pueblo de Tramin y a su perfil "picante", ofrece vinos elegantes y refinados, más ágiles y frescos que los alsacianos. En lo que respecta a los vinos tintos, son especialmente interesantes los elaborados a partir de la uva lagrein, vinos especiados y carnosos, ahumados y fluidos. Son populares también las uvas, merlot, cabernet sauvignon y schiava, incluso la pinot nero ofrece buenos resultados. Destacan también los vinos dulces elaborados a partir de moscato rosa, con sus inconfundibles aromas a rosas y clavo de olor.