Vino de Molise

Aunque para algunos Molise es la "región que no existe", en realidad es un lugar con un patrimonio enológico y gastronómico de gran tipicidad y autenticidad. Integrada en el pasado en la región de Abruzzo, ciertamente las producciones de vino de esta región son reducidas, pero la riqueza de su terroir es innegable y conjuga el componente marítimo de la costa adriática y el volcánico de las regiones del interior. Los suelos de margas y arcillas son los más característicos de este territorio y cuentan con una larga historia que se remonta a la antigua tribu itálica de los pentros.

Molise es básicamente una gran denominación regional. Una única etiqueta que incluye todo el patrimonio ampelográfico de este pequeño territorio situado en la parte más septentrional de la Italia meridional. Las variedades que se cultivan aquí para la elaboración de tintos son la montepulciano, la aglianico y la sangiovese, uvas nobles que confirman la vocación de calidad de esta región. Y su principal variedad autóctona, la tintilla, es tan relevante que los vinos elaborados con ella forman, técnicamente, una denominación a parte. La variedad tintilla se caracteriza por ser algo rústica, dar mucho color y ser muy fragante y tánica; ofrece unos vinos de guarda sorprendentes.

Entre los blancos acogidos a la DOC Molise destacan los elaborados con trebbiano y falanghina, dos variedades que esta región comparte con otras vecinas. Y sobre la misma zona, algunas pequeñas parcelas sobresalen en la parte oriental de la región para dar lugar a los vinos acogidos a la DOC Biferno. Dignos de mención son también los vinos que aquí se elaboran con moscato bianco, tanto en la modalidad pasificada como de cosecha tardía, vinos de dulzor delicado y final almendrado.