Vino de Lacio
Una famosa canción popular romana habla del vino del Lazio como ese abundante néctar con el que se han embriagado los hombres desde tiempos de Noé. La imagen de un producto rústico y sincero, pero orientado más a la cantidad que a la calidad, ha acompañado el vino de esta región casi hasta nuestros días. Decimos casi porque en los últimos quince años algunas bodegas con mayor visión de futuro y apego al territorio han revertido esta tendencia devolviendo una cierta categoría a una de las zonas vitivinícolas más antiguas de Italia, inmortalizada recurrentemente en un buen número de frescos y mosaicos de la Antigüedad.
Fontana Candida Frascati Superiore Vigneto Santa Teresa 2023
Antonelli Olevano Romano Superiore Tyto 2017
Giacobbe Olevano Romano Superiore 2022
Damiano Ciolli Olevano Romano Riserva Cirsium 2021
ECO
Principe Pallavicini Frascati Superiore Poggio Verde 2022
Villa Puri Est! Est!! Est!!! Terre de' Puri 2016
Sant'Andrea Terracina Amabile Templum 2018
Sant'Andrea Terracina Passito Capitolium 2015 (0,5 L)
De Sanctis Cannellino Diciassette Undici 2015 (0,5 L)
ECO
Damiano Ciolli Olevano Romano Silene 2022
ECO
Lacio
Una famosa canción popular romana habla del vino del Lazio como ese abundante néctar con el que se han embriagado los hombres desde tiempos de Noé. La imagen de un producto rústico y sincero, pero orientado más a la cantidad que a la calidad, ha acompañado el vino de esta región casi hasta nuestros días. Decimos casi porque en los últimos quince años algunas bodegas con mayor visión de futuro y apego al territorio han revertido esta tendencia devolviendo una cierta categoría a una de las zonas vitivinícolas más antiguas de Italia, inmortalizada recurrentemente en un buen número de frescos y mosaicos de la Antigüedad.
Frascati, un espléndido cru volcánico donde en el pasado se retiraban los militares, diplomáticos y filósofos para disfrutar del llamado "otium" (ocio), ofrece uno de los más grandes blancos del país: vertical, mineral, pero también acariciante y con la bella aromática de la autóctona Malvasia Puntinata. También encontramos el Cesanese, en su tiempo un vino de corte un tanto rudo que hoy se ha convertido en el gran vino tinto de Frusinate y destaca por su brío juvenil y, al mismo tiempo, por la profunda complejidad que es capaz de ofrecer con el paso el tiempo.
Como todas las grandes regiones vitivinícolas, también en el Lazio podemos diferenciar un buen número de pequeños territorios. En la localidad de Gradoli, a orillas del lago de Bolsena, encontramos el renombrado Aleatico, tanto dulce como seco, siempre de agradable aromática. En la otra orilla del lago, encontramos la localidad de Montefiascone y su espléndida y curiosa denominación Est! Est!! Est!!! Más cercano al mar Tirreno encontramos los territorios de Circeo y Terracina, origen de un estupendo e intrigante Moscato autóctono. Y finalmente, las variedades internacionales, que encuentran en el Lazio una de las cumbres de la enología italiana y ofrecen grandes vinos que se cuentan hoy entre los más nobles de la región.