Vino de Côtes Catalanes IGP
La IGP Côtes Catalanes es una de las más importantes del Rosellón. Se extiende desde Barcarès hasta Cerbère por el litoral y sus vinos se elaboran en los pueblos del norte de los Pirineos Orientales. Con un suelo más arenoso que al sur de la costa, los vinos recuerdan a la garriga y a especias, son ligeros y en gran parte afrutados, ofrecen aromas dulces y buen recorrido en el paladar. Las garnachas y los
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Côtes Catalanes IGP
La IGP Côtes Catalanes es una de las más importantes del Rosellón. Se extiende desde Barcarès hasta Cerbère por el litoral y sus vinos se elaboran en los pueblos del norte de los Pirineos Orientales. Con un suelo más arenoso que al sur de la costa, los vinos recuerdan a la garriga y a especias, son ligeros y en gran parte afrutados, ofrecen aromas dulces y buen recorrido en el paladar. Las garnachas y los
merlots, algunos de hasta 100 años, le dan a este vino local un sabor redondo y amable. La vinificación en depósitos abiertos, muy común en esta región geográfica, permite mantener los aromas más afrutados, así como una estructura tánica muy agradable.
El área de la IGP Côtes Catalanes se superpone a la de las denominaciones de Côtes-du-Roussillon, Banyuls y Collioure y permite elaborar estilos de vino que no se ajustan a los requerimientos o estilos permitidos por las otras AOC. El departamento se extiende mucho más tierra adentro que cualquiera de las AOC del Rosellón, sin embargo, los viñedos se encuentran principalmente al oeste de la zona, más cerca del mar.
La IGP cubre una amplia gama de terruños que pueden describirse ampliamente como mediterráneos, con colinas cubiertas de garrigas y un clima cálido y seco. Los suelos son pobres y áridos, ideales para la viticultura, y obligan a las raíces de la vid a profundizar para encontrar agua; las bajas precipitaciones conducen a una concentración de sabores en las uvas. La mayoría de los viñedos se encuentran en laderas orientadas al este, abiertas a las influencias marinas que ayudan a refrescar los viñedos durante los días calurosos y soleados; los vientos fríos de los Pirineos que soplan durante la noche, aseguran que las uvas desarrollen acidez junto con sabor.
Las variedades mediterráneas clásicas (garnacha, monastrell, cinsaut y cariñena) dominan los vinos elaborados bajo la denominación y suelen encontrarse en los mejores viñedos, aunque es importante resaltar que la IGP permite una amplia gama de uvas. Variedades internacionales como merlot y cabernet sauvignon se suelen plantar en las áreas más bajas donde los suelos son más fértiles.