Vino de Côtes du Roussillon AOC

La AOC Côtes-du-Roussillon se encuentra al sur de Francia, cerca de la frontera con España y se extiende desde los Pirineos hasta las montañas de Corbières. Aquí, la cultura catalana se combina con el clima cálido (es la región más soleada de Francia), el viento de tramontana y las montañas para dar lugar a unos vinos jugosos y muy expresivos.

Las uvas de Côtes-du-Roussillon crecen por toda la región, pero las de la excelente Côtes-du-Roussillon Villages, appellation que produce únicamente vinos tintos, lo hacen tan sólo en las laderas de las colinas más al norte. 32 pueblos incluyen sus viñedos en esta denominación creada en 1977, pero sólo cuatro pueden añadir su nombre al de Côtes-du-Roussillon Villages, gracias a su carácter distinguido y a la alta expresividad de sus vinos: Tautavel, La Tour de France, Caramany y Lesquerde. Allí las uvas dan lugar a vinos aún más concentrados, elegantes y especiados que expresan todo el potencial de su soleado terruño. Los monovarietales no están permitidos, por lo que todos los vinos se componen de un mínimo de dos variedades de uva distintas. La altitud, que puede llegar hasta los 400 metros, y la distancia respecto al mar limitan el impacto del clima mediterráneo.

Los suelos del Roussillon son de distinta composición, desde calizos y arcillosos a esquistos, granitos o gneis. En lo que respecta a las uvas, la cariñena es la variedad predominante, acompañada de garnacha, monastrell, lladoner pelut, cinsault y syrah; con ellas se elaboran tanto jugosos vinos tintos como afrutados vinos rosados. Se elaboran también buenos vinos blancos que maridan a la perfección con los productos locales provenientes del mar. En su elaboración se emplean uvas de garnacha blanca y macabeo, vermentino, roussanne y marsanne.

Los vinos de Côtes-du-Roussillon y Côtes-du-Roussillon Villages se están labrando una fantástica reputación añada tras añada. Corpóreos y profundos, con notas de cerezas y moras se cuentan entre los mejores en relación precio-placer de toda Francia. La riqueza de suelos ofrece perfiles de vino distintos, pero, en general, son vinos poderosos y tánicos, con la fruta abrazando los recuerdos terrosos, herbáceos y minerales del entorno. Son vinos que maridan a la perfección con caza, carnes rojas o queso y que, por su calidad, mejoran en botella durante varios años.