Vino de Barsac AOC
Barsac es un pueblo situado a 40 km al sur de Bordeaux, en el Sauternais. Sus 460 hectáreas forman la denominación de origen Barsac, y deben responder a los mismos criterios de producción que los vinos de Sauternes. El viñedo está ubicado en una llanura formada por suelos de piedra caliza, arcilla y sobre todo gravas pirenaicas que aseguran un óptimo drenaje; el escaso grosor del terreno y su carácter calizo hacen del Barsac un vino algo más ligero que el Sauternes. Variedades como sémillon, sauvignon blanc y muscadelle encuentran en estos suelos un perfecto soporte para su desarrollo. A finales de verano, las condiciones climatológicas son propicias para el desarrollo de la botrytis cinérea, podredumbre noble, que deshidrata la uva y permite la producción de estos grandes vinos licorosos.
Barsac AOC
Barsac es un pueblo situado a 40 km al sur de Bordeaux, en el Sauternais. Sus 460 hectáreas forman la denominación de origen Barsac, y deben responder a los mismos criterios de producción que los vinos de Sauternes. El viñedo está ubicado en una llanura formada por suelos de piedra caliza, arcilla y sobre todo gravas pirenaicas que aseguran un óptimo drenaje; el escaso grosor del terreno y su carácter calizo hacen del Barsac un vino algo más ligero que el Sauternes. Variedades como sémillon, sauvignon blanc y muscadelle encuentran en estos suelos un perfecto soporte para su desarrollo. A finales de verano, las condiciones climatológicas son propicias para el desarrollo de la botrytis cinérea, podredumbre noble, que deshidrata la uva y permite la producción de estos grandes vinos licorosos.
Los vinos de Barsac mantienen una gran semejanza a los vinos de Sauternes. Sí se consumen más jóvenes son claros, con notas de cítricos, melocotón blanco, flores de acacias y frutos secos. Contrariamente a ciertas ideas preconcebidas, Sauternes y Barsac expresan su gran paleta aromática desde muy jóvenes. Reposados en botella son más dorados, marcados por aromas de frutas confitadas, flores amarillas y de frutos secos. En boca son untuosos, elegantes y equilibrados. Algunos de sus châteaux fueron cualificados en la clasificación del año 1.855 y en la etiqueta pueden ser presentados como Barsac y también como Sauternes. Algunos de sus Châteaux más significativos son: Château Doisy-Daëne, Château Climens, Château Coutet, Château Broustet, Château Caillou, Château Rolland entre otros.