Vino de Yecla

Los vinos de Murcia están de moda y los últimos en añadirse a esta tendencia son los de la región de Yecla. Años de trabajo e investigación han dado paso a vinos más adaptados a las exigencias del mercado y esto augura que esta moda se va a convertir en algo habitual y en permanente evolución hacia productos aún más complejos. Si antaño los caldos de Yecla eran conocidos por ser duros y robustos, hoy en día son apreciados por su buena estructura, calidez y carga frutal combinada con un roble bien integrado en el conjunto. Los cambios están para ir a mejor y así lo están demostrando las bodegas de Yecla.

La DO Yecla recibe la herencia vínica de los fenicios y la cimienta durante la época romana, aunque no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando los viñedos crecieron hasta ocupar todo su territorio actual, alrededor del municipio que cede su nombre a la denominación. Allí, al noreste de Murcia, en el SE de España, se concedió a estas tierras la Denominación de Origen en 1975; desde entonces, Yecla ha exportado cada vez más vino hasta llegar al 95% actual.

Se autoriza la elaboración de una amplia variedad de estilos de vino, pero, sin duda, el gran vino de la región es el tinto elaborado con uvas monastrell; algunas uvas foráneas, como syrah, merlot y petit verdot, se han adaptado fantásticamente a la región. En términos generales son vinos intensos y equilibrados, cargados de fruta, color y aromas.

Cada zona vinícola hace gala de sus variedades autóctonas que más las identifica e intenta elaborar los vinos con éstas para que los productos sean lo más representativos de su terroir. Yecla es una de estas zonas con la variedad tinta monastrell que, si bien es verdad que está muy extendida por todo el levante, las bodegas de esta región han sabido sacar todo el potencial que esta uva ofrece. Otras variedades que se han adaptado muy bien o que dan muy bueno resultados son la francesa syrah que da vinos cálidos y afrutados, y la garnacha tintorera.

Situado en el extremo norte de Murcia, fronteriza con las provincias de Albacete y Alacant, esta pequeña y singular región vinícola, en parte debe la calidad de sus uvas a su situación geográfica: clima continental con cierta influencia mediterránea, lluvias escasas, terrenos calizos y profundos, y viñedos plantados en suaves ondulaciones entre los 400 y 800m. de altitud que refresca la maduración.