Vino de Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra es una de las DDOO más antiguas de Galicia. Sabemos que cuenta con más de 2.000 años de historia, de hecho, ya existían plantaciones viníferas previamente a la época romana, pero fueron ellos quienes empezaron a crear los bancales que dominan hoy las vistas desde los ríos.

A partir de ahí y a lo largo de toda la Edad Media el vino se mantuvo como un motor económico principal en estas tierras. La historia de la vid en la zona está estrechamente relacionada con la vida monacal, como demuestra el hecho de que fueran los monjes los que perfeccionaron las técnicas de cultivo en la Ribeira Sacra. Es sabido que los vinos de la zona han estado y están muy vinculados al Camino de Santiago, por lo que no resulta complicado para los peregrinos encontrarse con viñedos en terrazas.

Sin embargo, a mediados del siglo XIX, surgió un grave problema: la filoxera, la plaga de vid más famosa. Durante el resto del siglo se fue paliando el problema, gracias en parte a la utilización de portainjertos y, llegado el siglo XX, la zona volvió a disfrutar de un crecimiento frenético hasta que llegó su gran auge. Tras muchos años de esfuerzo, el vino que antaño se exportaba a la mismísima Roma, vio nacer su Denominación de Origen en 1996. Entre 1997 y 2009, la Ribeira Sacra vio cómo se duplicaba tanto el número de hectáreas cultivadas bajo su amparo como el número de bodegas y viticultores que a ella se adscriben: de 1,5 millones de kilos de cosecha pasó a más de 5; de 1.150 hectáreas a 2.500, de 1.433 viticultores a 2.811 y de 56 bodegas a 94.

Situación

La Denominación de Origen Ribeira Sacra es una zona de producción vinícola con una extensión de 2.500 hectáreas de viñedo que suponen un 5,2% del suelo dedicado a la vid en Galicia. Comprende parroquias y lugares de 20 municipios situados a lo largo de las riberas del Miño y del Sil, al sur de la provincia de Lugo y al norte de Ourense. Se agrupan los municipios en cinco subzonas diferenciadas: Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil

Viñedos (suelo y clima)

Estamos ante un territorio marcado por la presencia de los ríos Miño y Sil, pero plagado de ríos menores. Definen el paisaje las laderas de los ríos cubiertas de viñedo en bancales, los cañones de los ríos y las numerosas iglesias y monasterios esparcidos por todo el territorio, de ahí el nombre de ribera sagrada, Ribeira Sacra.

En el Valle del Miño (Chantada y Ribeiras do Miño), el clima destaca por un mayor carácter atlántico, con una pluviometría de 900 mm anuales y una temperatura media de 14-15ºC. Por su parte, en el Valle del Sil (Amandi, Quiroga-Bibei y Ribeiras do Sil) el clima es de mayor influencia continental, la pluviometría es de 700 mm y la temperatura media de 13ºC.

Por otro lado, los suelos de la zona del valle del Miño son similares a los de origen granítico que dominan en toda la Galicia occidental, de fracciones arenosas y limosas, frescos y permeables. Los de los valles del Sil son de tipología oriental, con abundancia de arcillas, aunque el suelo de las terrazas ha mejorado notablemente la calidad del suelo original.

Tres factores influyen sustancialmente en las características del vino en relación a su ubicación geográfica: las condiciones climáticas de esta zona, las características de los distintos suelos y los singulares contrastes orográficos, con profundas cuencas e irregulares formaciones montañosas. En la maduración de la uva influye notablemente la altitud (no supera los 400-500 metros) y la orientación hacia el sol de los viñedos. El suelo, por su parte, se encarga de resaltar sutilmente las distintas concentraciones de fruta.

Uvas

La Ribeira Sacra guarda toda la esencia de los vinos gallegos, ya que en ella se cultivan todas las variedades autóctonas gallegas, siendo la mencía la más cultivada. Las llamadas uvas preferentes son las que mejor expresan el carácter del terruño de la Ribeira Sacra, mientras que las autorizadas son otras variedades de calidad con las que también se permite elaborar vino en la DO.

Blancas preferentes: albariño, loureira, treixadura, godello, dona branca y torrontés.

Blancas autorizadas: palomino.

Tintas preferentes: mencía, brancellao, merenzao, tempranillo, sousón e caiño tinto

Tintas autorizadas: garnacha tintorera y mouratón

Vinos

La Ribeira Sacra, está orientada fundamentalmente a la producción de tintos, aunque se elaboran también blancos muy interesantes.

Los vinos de mencía son del intenso color de la cereza, brillantes y con un ribete púrpura. En nariz producen una primera impresión agradable, siendo afrutados, de buena intensidad y de buen recorrido. Entran suaves en boca, provocando una sensación placentera. Su acidez y graduación son equilibradas, sus taninos, agradablemente rugosos. Los tintos de la Ribeira Sacra resultan sabrosos y ligeramente astringentes, con aromas de frutos rojos, un elegante retrogusto y una persistencia prolongada.

Se producen principalmente vinos jóvenes, aunque se elaboran también vinos en barrica. Los vinos tintos de variedad mencía eran ligeros y tenían una baja graduación de alcohol antaño, pero poco a poco se fueron transformando para buscar su máxima expresividad, algo que se tradujo en una mayor potencia y una buena capacidad de guarda.

Los vinos blancos, obtenidos mayoritariamente de la variedad Godello, son vinos frescos, afrutados y al mismo tiempo con una gran plenitud en boca, con aromas intensos propios de la variedad. Los fermentados y/o criados en barrica están mostrando una complejidad y una profundidad de matices capaces de seducir a cualquier paladar.

Los vinos más característicos de la DO Ribeira Sacra son los tintos producidos a base de la variedad mencía, aunque también se producen plurivarietales de las diferentes variedades principales y secundarias. Algo parecido sucede con los vinos blancos y la uva godello o la albariño.