Vino blanco italiano: Piamonte
Los vinos blancos del Piamonte
Arneis de Roero, cortese de Gavi, erbaluce, timorasso. Tranquilos o espumosos. A cual mejor. Porque entre las colinas de los vinos tintos de las Langhe y Monferrato, las verdaderas joyas suelen ser... ¡blancos! Ya sean de alguna variedad autóctona como la nascetta, o clásicos de la enología moderna como los vinos de chardonnay, la verdad es que esta "otra" cara del Piamonte no puede pasar desapercibida a ningún apasionado del vino italiano.
El Piamonte es una región con una inmensa tradición vitivinícola, tanto de blancos como de tintos, con un extraordinario patrimonio de uvas autóctonas. Aun así, en las últimas décadas, han sido los tintos los que han dominado el panorama: Barolo, Barbaresco, los grandes vinos de barbera, los dolcettos y todos los nebbiolos del alto Piamonte son ahora —con todo el mérito, por supuesto— las marcas estrella de la viticultura de la región. Con la salvedad, eso sí, de los vinos de moscatel, la única gran uva blanca piamontesa, seguramente, con aires internacionales a pesar de vinificarse siempre, como sabemos, como vino dulce para la producción de los Moscato d'Asti, los Asti espumosos y algunas versiones pasificadas.
De aquí que los vinos blancos del Piamonte sean todo un descubrimiento. En algunos casos, zonas enteras han terminado consagrándose al viñedo después de que alguna antigua variedad blanca del lugar estuviera incluso a punto de desaparecer o de ser reemplazada por uvas tintas. Es el caso de la timorasso. Otras, han renacido gracias a las exigencias del gusto moderno, siempre más orientado hacia los blancos frescos, secos, verticales, excelentes para el aperitivo o para esa copa responsable: es el caso de los vinos del Gavi y de los arneis de Roero. ¡(Re)descubrámoslos juntos!
Entre Roero y las Langhe: blancos de arneis
La arneis es el as en la manga de Roero, la región del Piamonte que cuenta con una morfología similar a la de las Langhe si bien está situada a lo largo de la orilla izquierda del Tanaro. Aquí, donde la nebbiolo no ha triunfado del mismo modo, los vinos estrella son los blancos, a base de arneis. Color paja con espléndidos aromas minerales, cítricos, de fruta amarilla y elegantes notas vegetales, los vinos de arneis son notablemente frescos en boca, siempre acompañados de una adictiva aromaticidad. Los mejores viñedos ofrecen buena predisposición a la crianza sobre lías o, en algunos casos, en madera, dando como resultado unos vinos propiamente seductores y de gran complejidad. Buenos resultados como passito.
Gavi, los vinos blancos piamonteses de moda
Neutra para algunos, polifacética para otros, la cortese es sin duda la variedad blanca del Piamonte por excelencia. Originaria de la provincia de Alessandria, en la actualidad es habitual encontrarla en el bajo Piamonte y especialmente en los vinos de la DOCG Gavi. Para el aperitivo piamontés, compite con los vinos de arneis, quizás más complejos, pero ambos igual de agradecidos. Son vinos de color pajizo con reflejos verdosos, que por lo general expresan sutiles notas de flores blancas y frutos delicados, con un fondo mineral y de hierbas del campo. Frescos y sápidos, con una estructura contenida —excepto en las versiones de vinos criados sobre lías—, suelen vinificarse solo en acero y dejan un final ligeramente almendrado. Es muy apta también como base de espumosos, tanto de estilo prosecco como de método clásico.
Erbaluce: grandes blancos del alto Piamonte
La erbaluce es la variedad blanca más característica del alto Piamonte. De origen poco claro y quizá emparentada con la familia de las trebbianos, sí parece estar confirmado el hecho de ser una variedad autóctona de la región del Canavese. De hecho, en el año 1606, el erudito Giulio Cesar Croce alabó sus cualidades en la obra que escribió dedicada a contar las excelencias de las distintas variedades de uva (Della eccellenza e diversità dei vini). Su nombre deriva de alba-luce ('alba-luz'), por el color rosa pálido que adquieren las hojas en otoño. El éxito de la erbaluce en los últimos años está reservado a la DOCG Erbaluce di Caluso o Caluso y se explica por la gran versatilidad de los vinos en ella producidos.
La uva conserva una elevada acidez incluso una vez culminada la maduración y ello le permite ofrecer unos vinos elegantes, fragantes, con la justa frescura, aromas florales, afrutados, vegetales, enérgicos en general, sutiles en boca pero también completos. Ofrece unos blancos firmes, algunos criados en madera y muy buenos resultados como espumosos, y no solo para el aperitivo. Los más típicos y buscados son los Caluso Passito, dulces de erbaluce pasificada, cuyo mosto se vinifica y cría, en las mejores versiones, al estilo del vino santo, utilizando pequeñas barricas permitiendo el contacto con el oxígeno: las notas oxidativas, de frutos secos y cáscara de nuez, a veces salinas, compensan el considerable contenido de azúcar residual y crean así uno de los vinos dulces más apasionantes, y nórdicos, de Italia.
Chardonnay, riesling, sauvignon blanc: blancos piamonteses internacionales
Aunque no tanto como en la Toscana, las uvas internacionales se han extendido también por todo el territorio del Piamonte. Las zonas más idóneas son bastante escasas pero los resultados son extraordinarios. Por clima y por tipología de suelos (por lo general, fresco el primero y minerales los segundos), el Piamonte ha demostrado ser en las últimas décadas un terruño ideal para muchas uvas blancas internacionales. En tierras de Barolo se producen por ejemplo excelentes chardonnay, muchos de ellos con crianza en madera. Blancos frescos pero estructurados y agradablemente especiados, que nos brindan lo mejor de un terruño que forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin olvidar que, más allá de los fantásticos sauvignon blancs, no todo el mundo sabe que en las Langhe y Roero se pueden encontrar algunos de los mejores rieslings italianos. Mérito, sobre todo, del terruño casi de montaña del alta Langa, donde unos viñedos heroicos, cubiertos de nieve en invierno y con un clima particularmente riguroso, dan lugar a unos blancos excepcionales con un intenso nervio mineral, clásicas notas de hidrocarburo y capacidad de guarda.
Timorasso, nascetta, favorita y un patrimonio a recuperar
Para muchos, por la mineralidad y capacidad de guarda de sus vinos, la timorasso es la variedad blanca más importante del Piamonte, incluso se cuenta entre las principales de Italia. Hablar de mineralidad de la timorasso, no obstante, uva autóctona de las colinas de Tortona en el Piamonte sur-oriental, no es hablar de mineralidad de un modo genérico sino específicamente de unos aromas de resina, hidrocarburo y pedernal que, con los años, evolucionan maravillosamente hacia una complejidad extraordinaria. Documentada en la zona desde el siglo XIV, ha estado a punto de desaparecer en varias ocasiones, debido a que es una uva difícil de cultivar, muy sensible a enfermedades fúngicas, entre otras, y produce unos rendimientos moderados. Debido a que solo se crían en acero y sobre lías, los vinos de timorasso no son fáciles de beber en su juventud y requieren de algunos años para expresarse en todo su esplendor. Jóvenes, pueden resultar amargosos, vegetales y nerviosos, pero con la edad terminan siendo muy completos en boca, estructurados, tersos, verticales, con una acidez persistente y un final almendrado de gran elegancia.
La nascetta es la uva blanca autóctona de las Langhe. Documentada desde el siglo XIX, ha sido redescubierta y recuperada recientemente del abandono al que había sido sometida al consolidarse la zona como una región de tintos. Da unos blancos con un color amarillo pajizo profundo y unos reflejos verdosos que anticipan una nariz cítrica, con notas de pomelo y melocotón blanco que evolucionan hacia flores blancas, miel de acacia y tomillo. En boca desbordan en frescor y son persistentes gracias a una trama sápida que, junto a los frutos secos, crea una agradable sensación jugosa y sedosa. Son vinos que evolucionan favorablemente y que ofrecen buenos resultados como espumosos, vinos agradables, minerales y refrescantes.
Estudios recientes han demostrado que las uvas favorita y vermentino son genéticamente la misma variedad; podría decirse que la favorita sería la versión piamontesa de la vermentino, con sus propias característica derivadas del clima, que no es el mediterráneo de su "gemela", y del terruño. Ampliamente cultivada también en las Langhe y en Roero, así como en el valle del Belbo y Canelli, la uva favorita da unos blancos secos, frescos y armónicos, dotados de una personalidad especialmente aromática, apta también para la elaboración de blancos frizzantes, algunos espumosos, que realzan su marcada acidez y su refinado buqué.