Cuándo y cómo tomar un cava
El cava es un producto muy asociado todavía a brindis y celebraciones, cuando se trata de un vino realmente muy versátil y diverso. En Cataluña, por ejemplo, se ha servido tradicionalmente para acompañar toda una comida los días de fiesta, a lo largo de todo el año. Entonces, ¿cómo y cuándo es mejor tomarlo?
Cava, para el aperitivo y maridajes sin fin
El cava es tremendamente versátil en la mesa y un vino a tomar a cualquier hora. El carbónico de la burbuja potencia los sabores de cada plato y la equilibrada acidez y textura del vino refrescan el paladar y lo predisponen para disfrutar del siguiente bocado. El cava es un vino que crea armonía entre los distintos sabores, puede acompañar un menú completo, tanto a diario como en las ocasiones más especiales. Sus combinaciones gastronómicas son prácticamente infinitas, blancos y rosados, y especialmente los más secos, brut nature y brut.
Los más ligeros son ideales para el aperitivo. Mientras que los que tienen más cuerpo pueden acompañar toda una comida, con platos tanto de cocina tradicional como de cualquier cultura gastronómica. Y para los postres, los cavas dulces.
Cavas brut nature
Los cavas brut nature son extremadamente sobrios y son los más gastronómicos, capaces de combinar con cualquier plato, carnes y pescados, especialmente los más grasos, fuertes o especiados, como el cordero, el salmón, carnes asadas y barbacoas, y también para el jamón ibério. Si quieren añadir un extra de aromas de crianza a sus copas, apuesten por la versiones gran reserva, las de burbuja más pequeña pero de mayor complejidad.
Cavas brut
Para el aperitivo y las ensaladas con frutas y vinagres balsámicos, el cava brut es el más adecuado: ostras y mariscos, quesos, croquetas y canapés, y también para arroces y paellas, fideuàs, carnes blancas y rojas menos intensas.
Cavas rosados
El cava rosado es todavía más versátil que el blanco, con posibilidades gastronómicas casi infinitas. Los más ligeros son una opción excelente para el aperitivo, mientras que los más corpóreos se presentan como la mejor compañía para los platos de mar y montaña, arroces mixtos, paellas y mariscos.
Cavas dulces y semisecos
Uno de los errores más habituales es beber un cava seco (brut o brut nature) con los postres. A la hora de acompañar postres, conviene recorrer a un cava dulce o semiseco.
¿Copa flauta o copa tulipán?
Los cavas, al igual que los champagnes, suelen servirse en copa flauta, alargadas, para poder disfrutar del perlaje de las burbujas. La copa flauta de pared recta potencia las sensación de acidez y frescor y es más recomendable para cavas más jóvenes.
Para los cavas de largas crianzas y más complejos, se aconseja una copa en forma de tulipa. Su cuerpo ensanchado conserva menos tiempo el gas pero su boca estrecha impide igualmente que se escape demasiado rápido. Lo importante es la forma abombada, para reducir la sensación chispeante y potenciar la expresión aromática del vino.
¿Cómo hay que descorchar una botella de cava?
Las botellas de cava hay que abrirlas con discreción. Primero, retirar la cápsula y aflojar el morrión (o retirarlo, según preferencias). Luego, inclinar la botella unos 45º sujetando el tapón con el pulgar para evitar que salga antes de lo previsto. Hacer rotar la botella por la base acompañando el corcho hasta que ceda sin esfuerzo. Una vez abierta la botella, mantenerla inclinada ligeramente durante unos instantes para que la presión interior se estabilice y se evite el derroche de espuma.
¿A qué temperatura hay que servir el cava?
Los cavas hay que tomarlos frescos pero ¡no congelados! La temperatura habitual es entre los 5º y los 8º C los más jóvenes, y entre los 8º y los 10º C los criados durante más tiempo. Para conseguir esa temperatura lo ideal es poner la botella en la nevera el día antes, para que se enfríe lenta y uniformemente y luego mantenerla en una cubitera con agua, hielo y un poco de sal durante el servicio.
Sírvanlo siempre lentamente, inclinando la copa para que el vino pueda deslizarse lentamente sobre las paredes de la copa. Y a dos tiempos: servir primer un poco de vino y esperar unos segundos a que la espuma repose, y terminar de servir la copa, hasta rellenarla unos dos tercios. No conviene llenar mucho las copas para poder servirse más a menudo y tener el vino siempre a la temperatura ideal.
¿Qué indica la fecha de degüelle?
La fecha de degüelle es la fecha en la que se da por finalizado el proceso de crianza del espumoso y el producto está listo para ser comercializado. Con este proceso, se expulsan las levaduras que se han ido acumulando en el cuello de la botella durante el proceso de removido, y se rellena la parte de líquido perdido en el momento de la expulsión con una cantidad similar del mismo vino o con una mezcla conocida como licor de expedición. En función del contenido de azúcar de este licor, el cava podrá ser extra brut, brut, semiseco o dulce; será brut nature solo el cava en estado puro, sin azúcar añadido. Algunas denominaciones obligan a indicar en la contraetiqueta no solo el año de la cosecha sino también el mes y año de la fecha de degüelle.
¿Durante cuánto tiempo puede conservarse una botella de cava?
Por lo general, se recomienda consumir un espumoso joven dentro del año o año y medio a partir de la fecha de degüelle. Los que han sido criados durante más de un año, como es el caso de los reservas, podemos conservarlos durante 2-3 años. Los criados durante más tiempo, podemos guardarlos durante 4, 5 o 6 años.
Y mientras no la abrimos, ¿cómo la guardamos?
Los expertos siguen sin ponerse de acuerdo en si es mejor conservar los espumosos en posición vertical o horizontal. Si van a abrir pronto la botella, nuestra recomendación es que la guarden ya en pie y a poder ser en la nevera; los demás, horizontalmente con los demás vinos. En lo que sí coinciden, no obstante, es en afirmar que lo más importante es la temperatura y la humedad del lugar donde se guarden y, sobre todo, que sean constantes. La temperatura ideal para la guarda de una botella de cava es alrededor de unos 14º C y la humedad, del 50%, para que el corcho pueda hidratarse correctamente. Conviene evitar también el contacto de la botella con la luz, ruidos o vibraciones.