Zaccagnini

Cuando hablamos de producciones de 3 millones de botellas es lógico pensar en una gran empresa, sin embargo, a pesar de esta elevada producción, la de Marcello Zaccagnini sigue siendo una bodega muy ecléctica y dinámica, sensible a las necesidades del mercado, pero también con un enorme arraigo a su territorio. Zaccagnini es una de las empresas italianas más representativas en el mundo entero y refleja un virtuoso equilibrio entre la visión empresarial y la experiencia en el viñedo y la bodega. Las raíces de los Zaccagnini se localizan en el campo de Casauria, donde esta familia cultiva 300 hectáreas de viñedo en los que destacan la uvas autóctonas de Abruzzo, por supuesto con la montepulciano en la cima de todas ellas.

El Montepulciano es, de hecho, el icono de la bodega. Enérgico y exuberante, Marcello ha reinterpretado este monumento nacional del vino, obviando su perfil más rústico y poco elegante, para ofrecer una versión de estilo más definido y estructurado. En definitiva, todo un catálogo de pequeñas joyas de renombre internacional que nos hablan sin duda de una gran empresa, pero también de su profunda implicación con el lugar.

El Tralcetto de la bodega, también en su versión rosada Cerasuolo, responde a la idea de dar al catador una experiencia que resuma el trabajo en el viñedo. Una idea original que se ha convertido en un símbolo de la compañía. Un vino ideal en los meses de calor servido a una temperatura ligeramente más baja. Junto al Tralcetto, el gran Montepulciano Chronicon, equilibrado, ligeramente dulce y afrutado, cálido, envolvente y especiado.