Vins de la Memòria

Vins de la Memòria (vinos de la memoria) es el proyecto personal del sommelier catalán Xavi Nolla, un homenaje a su abuelo Agustín Pérez. 45 años después del fallecimiento de aquel ser tan querido y coincidiendo con los 80 años de la Batalla del Ebro, Xavi se propuso cumplir con la voluntad de su abuelo, que no era otra que mantener viva la memoria, no permitir que los horrores que la guerra causó cayeran en el olvido, ya que, como bien es sabido, solo aquel que no recuerda su historia está condenado a repetirla.

Vins de la Memoria es un recuerdo líquido dedicado a todas las personas que sufrieron en sus carnes la crueldad del conflicto, más allá de colores o tendencias políticas. Es también un recorrido por paisajes cargados de historia, lucha, sentimientos y soledad, un paseo por viñedos ubicados en pueblos que fueron importantes en la dura vida de Agustín y que Xavi ha podido encontrar y recopilar tras muchos meses de un intenso trabajo de documentación. De este modo, la huella de aquel inmigrante andaluz que llegó a Barcelona en el año 27 huyendo de la hambruna y la miseria, está muy presente en cada una de las botellas que su nieto produce bajo el nombre de Vins de la Memòria. Cada gota de vino quiere recordar las lágrimas que resbalaban sobre las mejillas de Agustín cada vez que recordaba el horror vivido. Aquel minero de Almería que llegó con la maleta repleta de ilusión se vio pronto inmerso en uno de los procesos más dramáticos que el ser humano puede vivir, en una guerra que le marcaría para siempre, tanto a él mismo, como al resto de su familia. Así, esta pequeña colección de vinos repletos de alma es un canto mudo a la vida del abuelo materno de Xavi, y a todos los que se fueron habiendo sufrido por un enfrentamiento que jamás debió haber sucedido.

El emotivo viaje comienza en las viñas de la Terra Alta, escenario de la Batalla del Ebro y cruza las tierras (Priorat, la Conca de Barberà y Badalona) que Agustín recorrió hasta llegar al Rosellón francés, donde sería internado en el Camp d’Argelers. Cada viñedo da lugar a uno o varios vinos, todos ellos con nombres que evocan recuerdos de aquellos fatídicos años de la Guerra Civil Española.