Historia de un éxito anunciado
Los orígenes de Viña Zorzal se remontan a 1989, año en el que Antonio Sanz cumplió su sueño de elaborar sus propios vinos en Navarra, tras toda una vida dedicada al mundo del vino. Esta nueva etapa desembocó, en 2007, en la creación de una nueva compañía a la que dieron forma los propios hijos de Antonio, siguiendo la filosofía que su padre les había inculcado desde pequeños en cuanto al minucioso cuidado del viñedo. Viña Zorzal Wines nació con la prioridad de rescatar las variedades autóctonas navarras que tan de lado se habían dejado y elaborar vinos varietales que se valorasen por su autenticidad y sencillez, vinos que hablasen por sí solos y que estuvieran al alcance de todo el mundo.
En los primeros años, el trabajo de los hermanos Sanz con la uva graciano comenzó a destacar y a obtener reconocimientos de los críticos más importantes. El siguiente paso fue trabajar con la variedad histórica de Navarra: la garnacha. Muy cerca de la bodega encontraron un tesoro, viñedos muy viejos abandonados en el término de Fitero, donde acaba el valle del Ebro y comienza el Sistema Ibérico. Con ellos, el proyecto de Viña Zorzal viró hacia el terruño, hacia la elaboración de vinos de parcela que muestran la tipicidad de una zona tan especial. Desde entonces, los vinos de Viña Zorzal no han dejado de crecer y de acumular elogios, de volar, como los pájaros de sus etiquetas.