Viña del Lentisco

Nueve décadas de historia del vino de Rioja.

En 1930 Ricardo Pérez Pérez, riojano de ascendencia, regresa tras su vida en Chile y se asienta en la finca de San Rafael, en el meandro del Ebro en Laserna (Laguardia, Rioja Alavesa). En el año 1945, su hijo Ricardo Pérez Calvet, ingeniero agrónomo de amplia trayectoria, impulsa la recuperación del viñedo antiguo y elabora vino para consumo propio. Para aprovechar la uva de la finca, en 1973, Ricardo Pérez Calvet y su hijo, Ricardo Pérez Villota, deciden crear una bodega junto al grupo Cvne. De esta alianza nace una marca icónica: Viñedos del Contino. En los años 80-90 Contino se consolida, primero bajo la dirección de José Ángel Madrazo Real de Asúa. Más tarde, de Ricardo Pérez Villota, con la dirección enológica y técnica de Jesús de Madrazo.

A partir de 2013, la familia Pérez Villota se desliga de Contino y crea la sociedad Viña del Lentisco, que elabora los vinos de la marca Villota.

En la finca, cuatro generaciones han aprendido a respetar un entorno natural único. El principio de todo. El mosaico de variedades autóctonas es una representación a escala de la viña de Rioja y un rasgo fundamental de la identidad de Villota. La diversidad de variedades es su orgullo y la base de su trabajo, así trabajan con las tintas tempranillo, graciano, garnacha y mazuelo y las blancas viura, garnacha blanca, tempranillo blanco y malvasía. Cultivan sin herbicidas, tan solo con un laboreo tenaz y una observación constante del medio natural, con la mínima intervención. Realizan una estricta selección de las mejores uvas del conjunto de parcelas y deciden el momento oportuno para su vendimia.

Villota es un proyecto valiente que lanza la tradición hacia el futuro. En busca de la singularidad, la libertad y el placer.