Vietti

La familia Vietti ha elaborado vinos durante cuatro generaciones en su bodega de Castiglione Falletto, un pequeño municipio de origen medieval localizado en el corazón de una de las regiones más propicias para el cultivo del viñedo, la zona del Barolo. En 1957 Alfredo Currado contrajo matrimonio con Luciana Vietti y, tras la muerte de su suegro en 1960, se hizo cargo del negocio familiar y apostó por la más alta calidad de su producción, posicionando la bodega entre las mejores de Langhe e iniciando la conquista del mercado internacional.

Apasionados por el arte, Luciana y Alfredo iniciaron también un interesante trabajo en el diseño de sus etiquetas, dando vida a unas botellas cada vez más singulares y creativas. Hoy la bodega ha pasado a ser propiedad del grupo americano Krause, pero la gestión enológica continúa en manos de la familia Vietti bajo la experta dirección de Luca Currado. La nueva propiedad ha ampliado todavía más el gran patrimonio de viñedos de la bodega, que ahora se extiende por algunos de los crus más legendarios de Langhe y Barolo.

Rocche, Ravera, Lazzarito, Villero y Brunate son algunos de los crus que nos ofrecen otras tantas caras de la variedad nebbiolo. El estilo, a pesar del alcance comercial de la bodega, se ha mantenido fiel a la tradición, lo que se traduce en largos envejecimientos en barrica y a un perfil de vino austero, sólido y compacto, dirigido a una larga evolución en el tiempo. Además de estos vinos de parcela, la bodega nos ofrece también su Barolo Castiglione, un vino que procede de la mezcla de varias parcelas y que siempre se cuenta entre los mejores de la denominación; el Langhe Nebbiolo Perbacco, un auténtico "barolino" con una crianza de dos años en barricas; y finalmente su Arneis, que se cuenta entre los blancos piamonteses más reconocidos y recibe cada año un buen número de galardones.