Tenuta Ulisse

Bodega moderna y dinámica, Tenuta Ulisse se fundó en 2006 con una visión clara: el futuro de la viticultura de Abruzzo tenía que tomar un nuevo camino enológico, en busca de la calidad absoluta. Esto es gracias a los hermanos Luigi y Antonio Ulisse, que experimentan en el viñedo y en la bodega con un espíritu emprendedor y amor por el territorio. Los viñedos son cultivados directamente por la familia con sabiduría y experiencia, de forma ecológica, en un viñedo de aproximadamente 65 hectáreas entre Crecchio, en la zona de Theatine, cerca de la bodega, y los campos de Lanciano y Ortona. En general, la bodega se orienta principalmente a la puesta en valor de las cepas autóctonas de Abruzzo, incluidas las que se encuentran en peligro de extinción.

La finca está ligada a las viñas históricas de la zona, a las tradiciones de los lugares donde se cultivan y vinifican, alma de una cultura milenaria que aún hoy alimenta la pasión familiar por el vino. Los objetivos que persigue Tenuta Ulisse están dictados por valores de una particular sencillez, que vinculan de manera indisolubre la fidelidad al territorio y el reconocimiento en todos los mercados, incluidos los internacionales, en los que se juega el reciente éxito de la bodega, que sigue siendo una bodega estrictamente familiar.

Todas las fincas agrícolas de Tenuta Ulisse tienen su particular exposición, microclima, composición, suelo y ventilación. A pesar del predomino de suelos arcillo-calcáreos y del clima mediterráneo, cada uno expresa su propia identidad. Esta diversidad es una riqueza que hay que proteger y valorar hasta tener el vino embotellado. Esto no excluye la contribución de las modernas tecnologías, que se utilizan con sabiduria y con la debida, pero amplia, medida. El resultado son vinos con un estilo moderno y original, reflejo de un terriotrio pero también apto para un gusto internacional.

Las etiquetas son numerosas y están organizadas en varias gamas. La línea Ulises representa el homenaje al territorio y sus uvas autóctonas: montepulciano, trebbiano, pecorino, passerina, incluyendo una muy interesante cococciola, protagonistas de una versión pop, dinámica, compulsivamente bebible e inmediata. Los vinos más naturales y aún más territoriales son los de la línea Nativae, con un Montepulciano carnoso y un Trebbiano suculento, sabroso y bellamente suave.

En la parte superior de la gama, la línea experimental 10 Vendemmie despierta un gran interés. Se trata de grandes vinos locales, un tinto y un blanco, elaborados mediante la mezcla de diez añadas diferentes. El resultado es un vino con personalidad disruptiva, suave, envolvente, increíblemente evolucionado y equilibrado. Para los amantes de los sabores envolventes, por supuesto, también hay un gran Montepulciano envejecido durante 18 meses en barrica, que es Amaranta, y algunas incursiones en las variedades de uva internacionales más populares, con un potente pero elegante pinot grigio y una bella versión rosada de Merlot.