Sassotondo

La zona de Sovana y Pitigliano no es ciertamente una de las más conocidas entre el vino de la Maremma, pero debería serlo. Entre acantilados y suelos volcánicos, aquí se encuentran algunos de los mejores terrenos de esta histórica región de la Toscana. Edoardo Ventimiglia y Carla Benini fueron algunos de los primeros en intuir el enorme potencial de este territorio, fundando en 1990 el proyecto vitivinícola de Sassotondo, que hoy se cuenta como uno de los más sólidos de la región y nos ofrece vinos auténticos, genuinos y marcadamente territoriales.

Edoardo y Carla han analizado al detalle todos lo matices que ofrecen sus terrenos, mejorando de manera ejemplar no solamente la relación del viñedo con los suelos, sino también la sostenibilidad de su cultivo, que hoy cuenta con certificación ecológica y con intervenciones biodinámicas. Al mismo tiempo, han reducido la concentración de sus vinos dando cabida a las grandes barricas en su elaboración, con la intención de elaborar vinos con un estilo riguroso, directo y característico.

Añada tras añada, todos los vinos de Sassotondo nos ofrecen una constante calidad y, entre ellos, merece destacarse el icónico Ciliegiolo, que en su versión más simple, y posiblemente también la más típica de esta variedad, nos regala un vino fragante, crujiente y de trago fácil. La versión más opulenta del Ciliegiolo di Sovana de la bodega se llama San Lorenzo, que es también el nombre del cru de donde procede el vino y en el que la bodega se ha volcado especialmente para realzar esta variedad injustamente considerada menor. Incluso tras dos años de crianza en madera, el resultado sigue siendo un vino ágil y dinámico, pero con un trago de tal elegancia y sabor que no sorprende en absoluto su palmarés de galardones.

Además de Poggio Pinzo, un Ciliegiolo vinificado en ánforas, más experimental, pero igualmente espléndido, el resto de la producción de la bodega se centra en el gran blanco de esta región: Isolina, un Bianco di Pitigliano DOC que se revela amplio, sabroso, mineral y de envolvente persistencia; sin duda, un blanco complejo y versátil. Tampoco hay que olvidar sus vinos con variedades internacionales, ahora ya típicas en la Maremma: Tufo Rosso, un tinto crujiente, completo y muy convincente, y Tufo Bianco, un blanco más inmediato y de trago fácil.