Nani - Castello di Rubaro

Fue en 1967 cuando Primo y Antonio Nani fundaron en el corazón de los Montes Béricos (Colli Berici), en Nanto, en la provincia de Vicenza, una compañía vitivinícola que recogía la tipicidad del Veneto y elaboraba vinos cotidianos, inmediatos y para la venta a granel. Pocos años más tarde, conscientes de las posibilidades de este territorio y de sus espléndidos viñedos, tanto con variedades autóctonas como internacionales, Nani fue una de las bodegas pioneras en embotellar vinos con denominación.

La calidad se convirtió en la prioridad de la casa y desde 1980 la bodega se equipó con modernas tecnologías de vinificación y guarda. En 2013 tuvo lugar un nuevo punto de inflexión cuando Antonio Nani cedió la actividad y su propia experiencia a dos jóvenes expertos del sector, Daniele Zorzi y Gianluca Graziani, que completaron el proceso de modernización de la bodega. Este proceso en pos de la calidad finaliza con la conversión ecológica de la bodega, certificada en 2016, y con una especial dedicación a las uvas autóctonas de Colli Berici.

Entre los blancos destaca un placentero Pinot Bianco, un distinguido Sauvignon con nervio y carácter y, sobre todo, un Chardonnay con una larga crianza en contacto con sus lías que expresa tipicidad y personalidad a raudales. Todos ellos, sin embargo, son vinos de vocación amable, jóvenes e inmediatos, de aromas frescos y fragantes. Lo mismo podemos decir de los vinos espumosos de la casa, tanto los spumanti como los frizzanti, entre los que destaca un Moscato de especial equilibrio.

Entre los tintos, destacan el Tai Rosso y el Syrah, pero sin olvidar sus crujientes y agradables Merlot y Cabernet. El primero de ellos se elabora con tai rosso, una variedad local que se corresponde genéticamente a la garnacha, y que la bodega redondea y convierte en especialmente amable, a veces vinoso y muy afrutado, aunque con un trago de hermosa frescura y agradables taninos. El Syrah es, en cambio, el buque insignia de Nanto, el municipio donde se localiza Nani. Poderoso, aterciopelado y armonioso, el Syrah de Nanto da nombre a una denominación local y es un vino que envejece en grandes barricas y se expresa con notas especiadas, de café y chocolate.