Monteverro

En una Toscana cada día más atractiva para los inversores extranjeros, Monteverro representa una de las experiencias más exitosas y significativas de esta tendencia. Localizada en la Maremma, cerca del Mar Tirreno y con el promontorio del Argentario de fondo, la bodega cultiva sus viñedos sobre suelos arcillosos y bien drenados, situados a no más de 80 metros de altitud. La minuciosa y hasta triple selección de las uvas y la ausencia de toda clarificación son las piedras angulares del trabajo de Monteverro, en la actualidad en pleno proceso de conversión a una agricultura biológica.

Los vinos, concentrados, austeros, plenos y salinos, siguen la tradición de la escuela francesa y envejecen en barricas donde a veces también han fermentado. De un nivel espectacular añada tras añada, Monteverro, vinificado parcela por parcela. Un prestigioso coupage bordolés de concentración excepcional, con recuerdos que van desde el sotobosque mediterráneo a la tinta china, desde el sirope de arándanos al chocolate negro o al grafito. Pura emoción tambien en el paladar, donde se muestra opulento, cálido, tánico e infinitamente persistente.

Grandioso su Monteverro Chardonnay, dorado, cítrico, acaramelado, fresco, especiado, mineral y con recuerdos de mantequilla. Sin olvidarse de Tinata, un coupage de syrah y garnacha que nos regala sensaciones que van desde las flores al romero, del arándano a la pimienta negra, al cacao, al grafito y a los toques mentolados.

En cuanto a sus vinos más asequibles, el segundo bordolés de la casa, Terra di Monteverro, es un vino frutal, especiado, herbáceo, jugoso y suave al paladar. Verruzzo, un vino con un 40% de merlot en su coupage que le otroga una gracia especial, floral y afrutado en nariz, redondo y sedoso en boca. Y por último, un gran Vermentino de autor que reposa durante 6 meses en contacto con sus lías para regalarnos una exótica explosión mineral con aromas de mango, azahar, pera y pan tostado.