Michele Chiarlo

Lavando a mano los sacos de tela que se utilizaban para la filtración del vino, vinos de moscatel de Canelli. Piamonte, principios del siglo XX. Esta imagen de la familia Chiarlo con su patriarca Pietro pertenece realmente a otra época. Un trabajo humilde, pero que llevó a este hombre a concebir después un proyecto vitivinícola más elaborado. Y sobre todo, a intuir el potencial extraordinario de este territorio, destinado a convertirse en Patrimonio de la Humanidad gracias, precisamente, a sus viñedos.

Michele nació en 1935, siendo el hijo mayor de Pietro. Una vez finalizada la escuela secundaria, consiguió convencer a su padre para que le permitiera matricularse en la escuela enológica de Alba, "a condición de nunca suspender". Misión cumplida: en 1956 se puso al frente de la bodega y, siendo uno de los primeros de la zona, empezó a identificar los mejores viñedos de esta parte del Monferrato y de las Langhe. En 1958 embotelló su primer barolo. Hoy, tiene viñas de propiedad entre los viñedos de Cerequio y Cannubi, verdaderos mitos en la denominación.

Hombre de personalidad poliédrica e innovador, Michele considera que el vino debe ser valorado en un contexto comercial más amplio, pero también histórico, artístico y cultural. En 2003 nació el Art Park La Court, un espacio ubicado en la misma bodega La Court, el primer ejemplo de land art, arte y paisaje entre viñas.

Aun así, la verdadera obra maestra de Michele ha sido haber redescubierto la variedad barbera. Fue el primero en apercibirse del potencial de envejecimiento de esta uva, llevándola a producir de simples vinos de mesa a importantes tintos de degustación. Vinos finalmente adultos, estables, cuya rusticidad, si se trabaja como es debido, puede ser la materia prima de unos tintos de una talla internacional excepcional, incluidos los criados en madera.

Para completar su currículum, en 1995, Michele consagró su "templo" a la barbera. Adquirió la bodega La Court, veinte extraordinarias hectáreas en Castelnuovo Calcea, corazón histórico de la barbera. No es solo un lugar de producción, sino un laboratorio donde vino, paisaje y comunidad encuentran un terreno sobre el cual dialogar. Es en La Court que nace la pasión de Michel Chiarlo y de sus hijos por los vinos de la DOCG Nizza, los "Superbarbera" del Monferrato.

Con las variedades barbera y moscatel siempre en el corazón, la bodega posee ahora viñedos también en la zona de Gavi. Sus vinos más representativos, más allá de sus mágicos barolos, son los de barbera: La Court, un vino polifacético, evolucionado y complejo, la quintaesencia del terruño de Nizza Monferrato y de la variedad, y I Cipressi, DOCG Nizza, que en el 2018 fue catalogado, gracias a su amabilidad así como a su especiada mineralidad, el mejor vino del mundo según Wine Enthusiast.