Masetplana

Una extensa historia acompaña a Masetplana, fruto de una larga tradición familiar que nace en 1826 y que es agrandada por las últimas generaciones: el abuelo Julián, Xavier Maset y actualmente, Julià, el cual dirige el molino de aceite y la bodega en su proyecto de expansión. Masetplana es, en la actualidad, un molino de aceite de referencia en l’Empordà por su volumen y calidad y una bodega de vinos y cavas con mucha proyección, que combina personalidad y excelencia.

El enólogo Julià Maset Plana, creció entre olivos y viñas, en la tierra que tanto ama, l’Empordà. No es de extrañar que las primeras palabras que escuchara fueron argudell, garnatxa y macabeu. No es por casualidad que su vocación provenga de la tradición familiar como un sello genético. Con tan sólo 21 años crea la primera línea de la bodega: ” A21” en jóvenes, blanco, rosado y negro y el crianza. Más adelante, nos sorprende con un nuevo reto: un joven no tan joven denominado “El nen de Can Maset” y con otra creación de monovarietal de macabeo con el atrevido nombre de “M´acabeu la Paciència”. A día de hoy, sigue poniendo todo su tesón, exprimiendo todos sus conocimientos, en elaborar más novedades tanto de vinos como de aceites, sacando adelante el proyecto familiar. El carácter del enólogo se ve reflejado en sus creaciones y es así como se le da esta impronta genética y personal a los productos de Masetplana.

Cuentan con 44 hectáreas de viñedo con nueve variedades y 17 hectáreas de olivares, ubicadas en el municipio de Garriguella. Suelos mayoritariamente arenosos en la llanura y de pizarra y graníticos en las zonas montañosas, pobres en materia orgánica y con una pluviometria de 600 mm. Una tierra áspera que reúne unas condiciones climatológicas caracterizadas por los constantes ráfagas de tramontana y por un marcado clima mediterráneo; veranos calurosos templados por la brisa marina e inviernos suaves con poquísimas heladas. Unas características que forman un conjunto idóneo para el cultivo de sus preciados frutos.

Las viñas son trabajadas bajo los controles de la producción integrada, de la cual el Consell Català de la Producció Integrada es el organismo regulador que garantiza una producción extensiva de calidad y, a la vez, respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas. Formar parte de la DO Empordà les ampara dentro de una marca común reconocida y les distingue como bodega con unos vinos con características específicas y el carácter propio de la zona geográfica. Siguiendo el mismo camino, también se han asociado a Wineries for the Climate Protection, movimiento de cooperación para la preservación del clima y la viña luchando para la conservación de su hábitat, su paisaje, su tradición y su cultura.