Marqués de Griñón

El Dominio de Valdepusa es, en sí mismo, una Denominación de Origen de Pago desde 2002. Situado en Malpica de Tajo (Toledo) pertenece a la familia Falcó desde 1292. Carlos Falcó, cómo se llamó el Marqués de Griñón en realidad, fue su fundador, un aristócrata de origen sevillano que se dedicó a estudiar ingeniería agrónoma y economía agraría y tuvo gran éxito en el mundo empresarial. Tristemente fallecido en 2020, a la edad de 83 años, fue precursor de la plantación de variedades foráneas, fue temprano a la hora de plantar cabernet sauvignon en 1974, y absolutamente pionero con las uvas syrah y petit verdot. Su viñedo es, aún hoy, un auténtico jardín, con control de estrés hídrico, y la más moderna tecnología, además de un control de vegetación que en su día fue totalmente novedoso promovido por el prestigioso viticultor australiano Richard Smart. El paisaje de la viña incluye encinas, cipreses, rosales e hileras de lavanda y el espacio entre la casa y la bodega, ambos ubicados en edificios históricos del siglo XVIII, lo ocupa un jardín botánico que cuenta con más de trescientas especies.

Los suelos del Dominio de Valdepusa están formados por arcilla sobre un subsuelo de piedra caliza, composición idónea para la elaboración de vinos elegantes y expresivos. El equipo del reputado Claude Bourguignon, responsable de viñedos míticos como los del Domaine de la Romanée Conti, se ocupa del asesoramiento vitícola. Prácticas como la alta densidad de plantación, el riego por goteo (desde 1974) o la eliminación de raíces superficiales no tienen otro objetivo que la búsqueda de la máxima calidad.

Otro factor de gran importancia en el terruño de Valdepusa es, por supuesto, el clima. La insolación es de las mayores de Europa y los contrastes entre temperaturas son muy acusados, tanto entre estaciones, como entre el día y la noche; sumemos estos hechos a la escasa pluviometría y al estricto control sobre cada planta y entenderemos fácilmente el porqué del excelente equilibrio entre la frutosidad, el alcohol y la acidez de las uvas de la propiedad.

La gran calidad de la fruta recolectada permite elaborar en bodega, con el inestimable asesoramiento de Michel Rolland, vinos de gran personalidad y concentración, que serán criados en una sala subterránea construida en 1989 con capacidad para 2.000 barricas bordelesas. Allí, en perfectas condiciones de humedad y temperatura, los vinos se redondean en barricas de roble francés de Allier, culminando un proceso de mínima intervención y máximo respeto por la uva y el terruño. ( VINISSIMUS )

Además de elaborar vinos en Castilla-La Mancha, Marqués de Griñón cuenta también con otra gran finca llamada El Rincón, en esta ocasión al amparo de la DO Vinos de Madrid, en la que elabora vinos tintos a partir de las variedades garnacha, syrah y garnacha tintorera. La firma dispone también de una gama de vinos de precio más contenido en la DOC Rioja y en la DO Rueda.

Carlos Falcó, Marqués de Griñón, tuvo cinco hijos, Miguel, Xandra, Duarte, Aldara, y Tamara, la más popular de los cinco tras su paso por el show televisivo Masterchef. No obstante, ninguno de ellos se ha dedicado directamente a la producción de vino, por lo que la dupla Marqués de Griñón hijos no prevaleció profesionalmente. Xandra ejerció como directora de Bodegas Marqués de Griñón durante quince años, pero en 2019 decidió emprender una aventura personal en el mundo de la gastronomía. No obstante, el binomio Marqués de Griñón vino no ha dejado de cosechar grandes éxitos, entre los que deben contarse sus vinos más destacados (Marqués de Valdepusa Emeritus, Marqués de Griñón AAA o Summa Varietalis), tintos de un estilo moderno, elegante y maduro que han cautivado a la crítica internacional. Además, el precio del vino de Marqués de Griñón es siempre muy ajustado, especialmente si tenemos en cuenta su enorme calidad, moviéndose entre los 10 y los 140 euros.