Los viñedos propios de la bodega son cultivados de manera ecológica para asegurar la mejor uva en cada una de sus variedades. El sistema de producción en vaso y la vendimia tradicional en cajas permiten un tratamiento natural y respetuoso de las uvas. Entre estos viñedos destaca la finca Navarro, la más antigua de la bodega, que se destina a la producción de vinos de alta gama gracias a la excelente calidad de sus uvas. Esta calidad se debe a la antigüedad del terreno, que ha adquirido propiedades únicas a lo largo de los años. Aunque los cultivos de esta finca tienen un rendimiento bajo, la calidad que se obtiene es excepcional. Esta alta calidad es posible gracias a una producción limitada que facilita un control minucioso de las uvas durante todo el ciclo de crecimiento hasta la vendimia.
Por su parte, la finca Hurriaga es responsable de producir una gran cantidad de uva Bobal que se emplea en la elaboración de los vinos de la bodega. Estos terrenos, también antiguos, producen uvas de alta calidad debido al cuidado natural con el que se trata la tierra. El clima de la zona juega un papel crucial en el desarrollo de las vides, lo que contribuye a la obtención de uvas de primera categoría. Además, los suelos se tratan de forma ecológica y la vendimia se realiza con sumo cuidado, asegurando que el fruto llegue en óptimas condiciones a la bodega.
Finalmente, la finca Corral del Lago alberga las viñas más jóvenes, de las cuales se obtienen vinos de calidad de las variedades Bobal y Macabeo. A pesar de ser terrenos más recientes, el clima favorece el enriquecimiento del suelo, permitiendo que las uvas que se producen sean de excelente calidad. Esta finca es la principal fuente de producción de uvas para los vinos más jóvenes de la bodega.