Juvé y Camps

La historia de Juvé & Camps se inicia en 1796, cuando Joan Juvé Mir, viticultor riguroso e inquieto, sienta los cimientos de la empresa. Fue su nieto, Antoni Juvé Escaiola, quien en 1921 y con el apoyo de su esposa Teresa Camps Ferrer, habilitó las instalaciones subterráneas de la casa de Sant Sadurní d’Anoia para elaborar el primer vino espumoso con la marca Juvé. En 1940 Josep y Joan Juvé Camps, hijos de Joan y Teresa, se incorporan a la dirección de la empresa familiar y en 1960 amplían la bodega y las cavas subterráneas e introducen importantes adelantos técnicos como el control de la temperatura o las prensas neumáticas.

En 1972, vio la luz la primera botella de Gran Juvé Camps, un extraordinario Gran Reserva Brut Nature elaborado a partir del viñedo de Espiells que, a partir de entonces, sólo se ha elaborado en añadas excepcionales. En 1976 nace el cava Reserva de la Familia, destinado inicialmente al consumo exclusivo de la familia Juvé y que, con el tiempo, se convertiría en el Gran Reserva Brut Nature más vendido del mundo. En 1982 llega la gran expansión internacional de la bodega y sus cavas empiezan a venderse en medio mundo. En 1991 se inicia la construcción de una nueva bodega en los viñedos de la finca familiar de Espiells, destinada a la elaboración de vinos base para el cava y a la crianza de vinos tranquilos. En los años siguientes aparecieron el Milesimé (1999), primer monovarietal de chardonnay, el Blanc de Noirs (2011) y La Capella (2015), el cava de alta expresión de la firma con 108 meses de crianza.

En 2010 se inicia la reconversión de los viñedos a viticultura ecológica que concluiría en 2015. Los viñedos de Juvé & Camps ocupan actualmente 271 hectáreas, de las cuales 200 están cubiertas por las viejas viñas de Espiells, la mayor de las fincas que, al regazo de Montserrat, queda resguardada de los vientos fríos del norte; macabeo y xarel·lo conviven allí con chardonnay y pinot noir. En Mediona, entre 500 y 750 metros sobre el nivel del mar, se encuentran los últimos viñedos incorporados al patrimonio familiar que, gracias a su altitud, permiten que la variedad autóctona parellada alcance una notable finura y equilibrio. La Cuscona, pequeño y vigoroso viñedo de 17 hectáreas, ubicado en tierras llanas, al sur de Sant Sadurní d’Anoia, ofrece uvas de la variedad macabeo de gran riqueza aromática, fundamental para los cavas de máxima calidad.

Los edificios de la bodega de Espiells conforman un impresionante conjunto arquitectónico rodeado de viñedos, al estilo château bordelés, mientras que en las cavas de Sant Sadurní d'Anoia se encuentran las galerías construidas por la familia en 1921, y que hoy conforman seis plantas de túneles subterráneos con una temperatura constante que permite a las botellas madurar lentamente en rimas y pupitres en los que son removidas manualmente.

En el viñedo, la recogida manual de las uvas es una práctica que se mantiene desde los inicios de la bodega y que realizan vendimiadores vinculados durante años a la firma, considerados parte de una familia que lleva ya cuatro generaciones dedicada en cuerpo y alma a la viticultura de calidad, para seguir escribiendo la historia de esta cava centenaria, fuertemente arraigada a la tierra y al Penedès.