Franz Haas

Los viñedos de pinot noir de Franz Haas son los más elevados del Alto Adige y crecen allí donde la altitud exige una viticultura ardua y difícil. Desde 1880 esta bodega familiar, una de las más arraigadas a este territorio, trabaja con dedicación y respeto con las variedades que mejor se adaptan a las condiciones extremas del lugar; entre ellas la pinot noir, de la que Franz Haas es uno de sus más grandes intérpretes.

Tipicidad, placer, carácter y personalidad son las características con las que los vinos de Franz Haas conquistan todos los paladares. Unos vinos nunca predecibles, pero siempre una excelente elección. Fruto de unos terrenos muy bien dotados para la viticultura, tanto por la excepcionalidad de su microclima como de sus suelos —ricos en arena, pórfido, arcilla y piedra caliza—, los vinos de Franz Haas se presentan además con unas distinguidas etiquetas diseñadas por Ricardo Schweizer, alumno de Picasso y Le Corbusier.

La gama de vinos de la bodega no defrauda. En la cima de ellos la pinot noir hace acto de presencia con su gran Schweizer, un vino con un envejecimiento de 15 meses en barricas, afrutado y fragante, con notas de cuero, tinta, madera y pimienta; y su Pinot de añada, cada día más apreciado por la crítica especializada y por los amantes del vino por su agilidad, por sus envolventes aromas afrutados y su boca plena y suave, límpida y gentil.

Entre sus vinos blancos, el Gewurztraminer y el Sauvignon representan, por plenitud y frescura, todo el potencial del que son capaces las variedades internacionales en este territorio. También su Pinot Bianco Lepus, afrutado y cítrico, fresco y cálido a la vez, potente y delicado, muy persistente y mineral.

La joya de la bodega es una rareza imprescindible tanto para los aficionados como para los más expertos: Moscato Rosa, un vino de encanto irresistible, rebosante de mermelada, fruta roja, canela y corteza de cítricos en nariz. En boca, su frescura lo hace carnoso, tenso, largo y para nada empalagoso.