Finca Viladellops

Finca Viladellops se encuentra en el Penedés, a tan sólo 45 kilómetros de Barcelona y 250 metros sobre el nivel del mar. Las terrazas de almendros, olivos y vides se enzarzan en la abrupta orografía del macizo del Garraf desde tiempos inmemorables. En la actualidad, Finca Viladellops elabora vinos con un marcado carácter del terroir gracias a los suelos pobres y calcáreos que condicionan el escaso vigor de las plantas e imponen producciones bajas y bayas pequeñas, al tiempo que aportan mineralidad a los vinos, en forma de notas yodadas y salinas. La gran cantidad de sedimentos y fósiles marinos encontrados en la propiedad, demuestran de manera irrefutable que, en otro tiempo, la finca estuvo cubierta por el mar.

La bodega como tal data de 1877, cuando la familia Desvalls, propietaria del pequeño núcleo rural de Viladellops, elaboraba y vendía el vino a granel, y así lo hizo hasta 1980. Fue en 1999 cuando Marcelo Desvalls decidió dar un vuelco a esa tradición y apostar con fuerza por la elaboración de vinos de calidad con carácter 100% mediterráneo. Por aquel entonces, sentó las bases del proyecto actual con la preciada colaboración de Josep Lluís Pérez, reconocido asesor vitícola y uno de los pioneros del renacer del Priorat. Escogieron una serie de parcelas dentro de la propiedad, replantaron 20 ha. con selecciones masales de garnachas procedentes de Cornudella (Priorat) y de una propiedad familiar en el sur del Rosellón, y conservaron las viejas cepas de xarel·lo, entre las cuales se encuentra la insólita variedad xarel·lo rosat. Si bien la plantación incluye algunas cepas de syrah, merlot o marselan, el predominio es para las variedades tradicionales, garnacha y xarel·lo, respondiendo a la voluntad de mantener el carácter local en sus vinos. El mar, situado a tan sólo 10 km, refuerza dicha tipicidad hidratando con su brisa las plantas durante las cálidas mañanas de verano, permitiendo así una maduración perfecta de la fruta, trabajada siempre bajo principios ecológicos.

Hoy la propiedad cuenta con 500 hectáreas en propiedad, en las que se combinan el bosque mediterráneo, el cereal y 60 hectáreas de viñas adscritas a la DO Penedés entre cuyas cepas pueden observarse todavía vestigios de otro tiempo, como las barracas de piedra seca o los pozos esculpidos en la roca. La flor de ocho pétalos y cinco puntos dispuestos en forma de cruz que constituye el actual logotipo de la bodega representa el sello utilizado como rúbrica de los apellidos de la familia Desvalls, cuyo linaje se remonta al siglo XII y cuyo legado Marcelo intenta preservar a través del cuidado del paisaje y el vínculo con la tierra.