Finca Río Negro

La historia de la bodega, es una historia de pasión por el vino y de deseo por volver a los orígenes de Jose Manuel Fuentes, empresario de origen Palentino, que tras una vida afincado en Madrid, decide compaginar su gran pasión, con aquello que había vivido durante su infancia en Cisneros, pueblo de la comarca de Tierra de Campos, dedicado al cereal, las ovejas y el viñedo. Forman parte de CERVIM, Asociación europea de vinos de alta montaña y viticultura heroica, ya que sus viñedos son de los más altos desde nuestra latitud hasta el norte de Europa y fueron pioneros en plantar en altura en España.

En 1998 empiezan a recuperar la tradición vitivinícola de la comarca, extinguida desde 1920 por la filoxera, y se planta la primera parcela de viñedo de tan solo 0,6 hectáreas, ya que a pesar de que la historia del pueblo y los estudios de clima y suelo eran muy prometedores, convenía actuar con precaución debido a la inusual altitud y al hecho de que desde los años 60 en el que se arrancó el antiguo viñedo de la finca, esta solo se dedicaba al cereal y a la ganadería ovina, no habiendo datos sobre su potencial vitivinícola. Afortunadamente esta parcela cumplió todas las expectativas iniciales y desde entonces, se ha ido completando hasta las 42 hectáreas actuales.

Ubicada en un terruño único, lejos de cualquier otro viñedo y en el límite tradicional de cultivo para nuestra latitud, la finca está formada por 600 hectáreas de bosques y viñedos, en un entorno montañoso de singular belleza, a los pies del sistema Central y junto a la cuenca del rio Henares. Las 42 hectáreas de superficie de viñedo se reparten en 32 hectáreas de variedades tintas y 10 hectáreas de variedades blancas. Dentro de las variedades tintas destaca el tempranillo, variedad principal y tradicional de Guadalajara, que ocupa aproximadamente el 55% de la superficie. Además se cultiva Syrah (25%), Cabernet Sauvignon (15%) y Merlot (5%). La superficie de variedades blancas es 100% gewürztraminer. Los viñedos están situados entre los 950 y 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, convirtiéndose en uno de los viñedos más altos de Europa y verdaderamente único, si miramos hacia el norte. El suelo se caracteriza por ser muy pobre agrícolamente, lo que garantiza rendimientos extremadamente bajos. En superficie de textura franco arcillosa con grava y ocasionalmente muy pedregoso con canto rodado, constitución y equilibrio acido. En contraposición, descansa en un subsuelo de naturaleza caliza, que aporta complejidad y equilibrio al conjunto.

Las labores que se emplean son respetuosas con la cepa y el medio ambiente, como el paso del intercepas para evitar herbicidas, así como la fertilización del viñedo exclusivamente a base de materia orgánica “de oveja”.  La vendimia es íntegramente manual, se produce generalmente bien entrado el mes de octubre, siendo una de las vendimias más tardías de España. Esto garantiza que las uvas lleguen a bodega muy frescas, preservando sus propiedades y asegurando una fermentación lenta y controlada.