Enate

Con la ambición de elaborar vinos de máxima calidad dentro de la Denominación de Origen Somontano y de mostrar lo mejor de esta tierra privilegiada, Enate comenzó su andadura en 1991. Diseño, tecnología y vanguardia conviven con el máximo respeto a la tradición vitivinícola para dar lugar a creaciones únicas donde mostrar la mayor expresividad de cada variedad y terruño. El diseño de todos los vinos de Enate comienza a pie de viña, cediendo el protagonismo a la expresión varietal y buscando siempre el equilibrio y la elegancia. No se basan en recetas mágicas ni siguen patrones predeterminados. La climatología siempre es caprichosa, por lo que trabajan, ya desde el viñedo y en bodega, para adaptarse a las condiciones particulares de cada añada.

Con un clima mediterráneo continental y una pluviometría anual escasa, los suelos del Somontano se caracterizan por ser calizos y pedregosos, con presencia de yeso en algunos casos, y una textura franco-arenosa. Además, la gran diferencia térmica que existe entre el día y la noche de los veranos contribuye a una maduración lenta y óptima de la uva. Así, el clima de contrastes, los suelos de texturas franco-arenosas de calidad excepcional y el agua pura procedente del deshielo de los Pirineos convierten al Somontano en un entorno único para el cultivo de la vid.

En estas tierras, el equipo de viticultura de Enate cultiva seis variedades de uvas, cuatro tintas y dos blancas: tempranillo, cabernet sauvignon, merlot y syrah; chardonnay y gewürztraminer. Localizados en varias parcelas ubicadas en tres grandes valles, en los viñedos de Enate encontramos suelos muy diferentes, cuyas altitudes oscilan entre los 400 y los 700 metros de altura. Frente a los más calizos y yesos del sur, encontramos suelos más arenosos, arcillosos en los barrancos, y pedregosos al norte.

En Enate cuentan con 450 hectáreas de viñedo propio que les permiten controlar y garantizar al máximo la calidad de la uva. Practican una viticultura de alta calidad basada en unas bajas producciones por hectárea, el máximo respeto por el medio ambiente, a través de técnicas y productos de viticultura ecológica, una viticultura de precisión y la excelencia en la vendimia.

Los blancos

Enate Chardonnay-234: intenso aroma varietal de manzana verde, melocotón maduro, hinojo y frutas exóticas, sobre un discreto fondo mineral. Paladar amplio, graso, con un paso limpio y fresco gracias a su acidez sostenida. Final ligeramente almibarado.

Enate Chardonnay Fermentado en Barrica: un verdadero estandarte del equilibrio entre la fruta y el roble fruto de un impecable trabajo en el viñedo, con las lías y durante su crianza de 7 meses. Considerado por muchos un blanco español de referencia.

Enate Gewürztraminer: una auténtica sinfonía floral, con una destacada capacidad de evolución en botella.  Su abanico aromático es amplio, especiado y amielado. En boca es untuoso y aterciopelado, destacando elegantes aromas de rosas y lichis que desembocan en un final sedoso y envolvente.

El dulce y el rosado

Enate Gewürztraminer Dulce: la auténtica golosina de Enate. Aroma marcado por los recuerdos a miel, fruta escarchada y notas florales y cítricas, reforzado con las notas tostadas y especiadas de la barrica. Goloso y refrescante al mismo tiempo.

Enate Rosado: cabernet sauvignon. Afrutado, de nariz intensa, con aromas de arándano, frambuesa y pimiento. En boca presenta un ataque carnoso y pleno, equilibrado por una buena acidez. Su evolución en boca es magnífica; su final, largo y sabroso.

La gama inicial

Enate Cabernet-Merlot: ineludible, el tinto con el que muchos descubrieron los vinos de Enate. Cosmopolita y fácil de beber. Predomina en él el carácter varietal sobre los aromas de crianza. Sus taninos aterciopelados lo hacen apto para todos los públicos.

Enate Crianza: el carácter peninsular del tempranillo con la fuerza del cabernet sauvignon. Es un vino adulador, lleno de matices ahumados y especiados, sobre un fondo de frutas rojas maduras. En boca es denso y carnoso, con un final largo en el que aparecen finas notas tostadas.

Enate Reserva: vino equilibrado con un gran potencial de envejecimiento en botella. Aromas compotados y silvestres (mora, grosella), balsámicos (menta) y un sutil fondo especiado (vainilla, pimienta, laurel). De paladar estructurado, con taninos de gran calidad y un final de boca largo, perfumado de tonos tostados y tabaco rubio.

La gama superior

Enate Merlot-Merlot: el vino que hizo que Enate se consolidara como gran elaborador de vinos tintos. Se trata de un vino que derrocha exuberancia y que va directo a los sentidos. Poderoso en su paso por boca y generoso en nariz. Frutas rojas, eucalipto, clavo y cacao. Paladar amplio y carnoso, tapizado por impecables taninos dulces.

Enate Syrah-Shiraz: una verdadera delicia, un vino totalmente esférico. 15 meses de crianza. Color picota, muy cubierto. Desfile de frutillos rojos, flores azules y aceitunas sobre un fondo de notas lácticas y vainilla. Paladar voluptuoso, con nobles y aterciopelados taninos. Muy persistente.

Enate Cabernet-Cabernet: selección de los mejores cabernets. Su lado más serio y atlántico se combina con su perfil más mediterráneo y goloso, para corroborar que el Somontano da cobijo a grandes y elegantes cabernets. Frutos negros envueltos en una fresca licorosidad, notas balsámicas y especiadas con los matices tostados, cremosos y de cacaos aportados por la barrica nueva.

Enate Varietales: las notas florales del merlot, las especiadas y balsámicas del cabernet y las minerales y de fruta negra del syrah. Un vino elegante y lleno de matices al que los 18 meses de crianza le añaden un fondo de toffee y praliné cedido por la barrica. Carnoso y amplio en boca, gracias a unos taninos nobles y maduros. De largo y seductor recuerdo.

Los tesoros mejor guardados

Enate Reserva Especial: la vinificación de los Reservas Especiales pasa por explotar al máximo la calidad de la uva en un año determinado, con el objetivo de obtener la mejor y máxima expresión de una cosecha. Son vinos de corta tirada, verdaderos tesoros de colección perfumados de fruta roja, violetas, cacao y tonos tostados. Paladar poderoso y sabroso que garantiza un excelente potencial de envejecimiento.

Enate Uno Tinto: el tinto más exclusivo de Enate. De producción muy escasa, aúna elegancia y concentración sin esfuerzo aparente. Tras sus 24 meses de crianza, llega a las copas envuelto en una elegante sinfonía de arándanos y grosellas, de aromas minerales, ahumados y especiados, de tinta china, chocolate y vainilla. Carnoso y de gran volumen, con larga vida por delante.

Enate Uno Chardonnay: gran vino blanco de producción limitada elaborado únicamente en los años en los que la calidad de la uva es excelsa. 19 meses en barrica. Embotellado sin estabilizar ni clarificar. Su nariz es un continuo desfile de notas lácticas, de melocotón maduro, frutos secos, turrón y torrefactos, sobre un elegante fondo mineral. En boca, combina con destreza la frescura con una extraordinaria carnosidad.