Ego Bodegas combina un enfoque modernista con tecnologías avanzadas para asegurar un proceso de vinificación limpio, seguro y controlado. Situada a pocos kilómetros del centro histórico de Jumilla, la bodega cuenta con 35 hectáreas de viñedos propios, predominantemente de la variedad Monastrell, autóctona de la región.
Desde la construcción, cada detalle ha sido cuidado para que los métodos tradicionales coexistan con técnicas modernas. Las uvas de cada viñedo fermentan por separado en depósitos de acero con capacidades de entre 4.000 y 12.000 kilos. Con el objetivo de mantener una calidad constante, los vinos se elaboran para estar listos para el consumo inmediato, pero con la capacidad de mejorar con el tiempo.