Domaines Paul Jaboulet Aîné

En 1834, cuando Antoine Jaboulet estableció su negocio en Tain l'Hermitage con el objetivo de producir grandes vinos, vio muy claro que el futuro de su profesión pasaba por cultivar los viñedos con el máximo respeto y por mantener la calidad de la tierra. Fue con esta mentalidad que rápidamente adquirió las primeras tierras en las laderas del Hermitage y las llanuras de Crozes-Hermitage. Sería su hijo Paul quien daría nombre a la bodega y quien convirtiría el Hermitage “La Chapelle” en uno de los vinos icónicos mundiales.

En 2006, la familia Frey (propietaria de Château La Lagune, en Burdeos y con años de experiencia elaborando en Champagne) se hizo cargo de Paul Jaboulet Aîné y, desde entonces, la enóloga Caroline Frey, formada en Burdeos, trabaja con su equipo en una búsqueda decidida de la perfección, combinando la vinificación de vanguardia con el escrupuloso cuidado dado a las viñas cultivadas en terroirs excepcionales. Desde entonces, también han adquirido viñedos en las denominaciones de Côte-Rôtie, Condrieu y Crozes-Hermitage. Todas las propiedades están ahora certificadas como orgánicas y se trabajan según los principios biodinámicos.

Al norte del Valle del Ródano, la gran diversidad de terruños y la influencia de diferentes microclimas favorecen la máxima expresión de la uva syrah, la principal variedad tinta cultivada por Paul Jaboulet Aîné y de sus uvas blancas (roussanne, marsanne y viognier), cada una de las cuales aporta unos atributos muy concretos a la personalidad de cada uno de sus vinos. Los viñedos tienen una edad media de 40 años, aunque algunos alcanzan los 80. Todos los trabajos del campo se realizan manualmente y se cree firmemente en una viticultura sostenible, motivo por el cual tan solo se utilizan fertilizantes orgánicos. La vendimia se realiza en cajas de 20 kg que se transportan a bodega con sumo cuidado. Allí, Caroline y su equipo catan y analizan el mosto-vino durante todo el proceso de vinificación para asegurarse la obtención de un gran vino. Acabadas las fermentaciones, los vinos se crían en barricas de 225 litros entre 12 y 24 meses (dependiendo de la añada y del vino), a unas temperaturas naturales ideales, casi constantes, tanto en invierno como en verano, en las cavas subterráneas que los romanos excavaron en el año 121 a.C.

De entre todos los vinos que allí reposan, el más famoso es su Hermitage La Chapelle, un vino considerado uno de los 12 mejores vinos del siglo XX, llamado así por la capilla que domina este celebre viñedo. Jaboulet ha sido propietario de la capilla desde el final de la Primera Guerra Mundial (1919) y la pequeña construcción se ha convertido en un verdadero icono de esta parte del valle del Ródano, en un símbolo que marca el lugar donde se cultivan las mejores viñas. 1961, 1978 o 1990 se consideran añadas míticas de este gran tinto de syrah.