Domaine de Chaude Écuelle

Chaude Écuelle es una prestigiosa e histórica finca en la que están plantadas las cepas con las que se elaboran los vinos homónimos. Estas parcelas, pese a producir excelentes vinos, tienen el inconveniente de encontrarse alejadas de las casas, hecho que obligaba a los viticultores a llevarse la comida consigo. En Chaude Écuelle es todavía posible ver los boles de terracotta en los que la calentaban, como parte de un pasado que es fundamental en la identidad de la firma. La familia Vilain ha cultivado la vid durante varias generaciones. Los hermanos Vilain, Henri y Clovis, nacidos en 1907 y 1911, desarrollaron el viñedo familiar; la siguiente generación, con Gabriel y Lucette, comenzó a comercializar vino en botellas. El Domaine de Chaude Écuelle no olvida a sus fundadores, y algunas viñas llevan el nombre de quien las plantó. Así, existen la viña de Henri y la viña de Clovis, dejando claro que todavía siguen cultivando sus vides y criando sus vinos de Chablis como familia. Cada miembro participa en todas las etapas de la elaboración del vino, desde la poda hasta la cosecha, pasando por la comercialización, lo que les permite tener una visión general de la actividad del vino.

La búsqueda de la calidad es y ha sido siempre la prioridad absoluta para la familia Vilain. El respeto al medio ambiente y las prácticas tradicionales en el viñedo son elementos clave en su filosofía que permiten al Domaine producir vinos que reflejan plenamente el carácter único de su terruño. Sus viñedos se encuentran en Chablis, Borgoña, a unos 200 kilómetros al sur de París. Allí, los suelos están formados por margas arcillosas de piedra caliza llamadas Kimmeridgian, en las que es frecuente encontrar ostras fosilizadas, señal inequívoca de la presencia de aguas saladas hace millones de años. Este hecho explica las características minerales y ligeramente saladas de los vinos de Chaude Écuelle y el perfecto maridaje que se da entre ellos y los platos de pescado y marisco.