Col d'Orcia

Col d'Orcia es, entre otras muchas cosas, una de las compañías fundadoras del Brunello di Montalcino. La adquisición de la primera de sus fincas se remonta a 1890, cuando la familia Franceschi, de origen florentino, fijó en esta región sus posesiones y pasó a llamarla Fattoria Sant'Angelo in Colle. Tras la presentación del primer Brunello en 1933 la Fattoria se dividió en dos propiedades separadas: Il Poggione, todavía en activo, y Col d'Orcia. En 1973, tras pasar a formar parte de la piamontesa Cinzano, la red comercial de Col d'Orcia se consolidó fuertemente, sumando a su larga tradición un reconocido éxito internacional.

En la actualidad Col d'Orcia es la tercera compañía de Montalcino en cuanto a extensión, y la primera bodega de la Toscana en cuanto a hectáreas gestionadas ecológicamente. Sin duda cifras muy respetables que, sin embargo, no deben hacernos olvidar las raíces tradicionales y territoriales de esta compañía de "la colina de Orcia" (Col d'Orcia). Los viñedos de la bodega se encuentran a un promedio de 450 metros sobre el nivel del mar, en la ladera sur de la denominación, y sobre terrenos sueltos y bien drenados, calcáreos y de un rico esqueleto mineral, perfectamente expuestos al mediodía. Después de una cuidadosa selección en el viñedo los vinos siguen una vinificación precisa y muy controlada y, finalmente, cuando es necesario, un envejecimiento tradicional en grandes barriles de roble que conforman el estilo de esta familia. También hay lugar para la innovación y la experimentación, con espléndidos coupages con variedades internacionales y algunos blancos encantadores y con clase, con estilo e inmediatez.

El Brunello de añada de Col d'Orcia, con certificación ecológica, ya es toda una referencia. Tres años de envejecimiento en grandes barricas y uno más de reposo en botella dan como resultado un vino austero y rico que, sin embargo, sorprende también por su dinamismo. Además de éste, también podemos disfrutar del solemne y majestuoso Poggio al Vento, el Brunello Reserva más prestigioso de la bodega, elaborado solamente en las mejores añadas y con las uvas de los mejores crus. Con un breve paso por madera el catálogo de la bodega cuenta también con Nastagio, un vino procedente del segundo cru dedicado al Brunello, con más cuerpo y redondez pero sin traicionar la estructura de la variedad sangiovese. El Rosso di Montalcino cuenta también con un cru del que nace Banditella; un vino más joven y ágil, espléndido y cotidiano a la vez, con la longevidad de un Brunello y el dinamismo de un Rosso. El catálogo de Col d'Orcia incluye también una gama de blancos de gran estilo y para todos los paladares. Un chardonnay envejecido en madera, Ghiaie Bianche, un vino sutil y con cuerpo al mismo tiempo, de infinita aromaticidad. Un pinot grigio joven y fresco, afrutado, amable y elegante, perfecto para las comidas de verano, pero también en cualquier momento. En la misma línea, encontramos también un espléndido y sabroso vermentino. También podemos disfrutar de un vino tradicional de Montalcino, muy celebrado desde el Renacimiento y mucho antes de que triunfara el fenómeno del Brunello: Pascena, un moscato de vendimia tardía, deliciosamente dulce pero con una marcada frescura. Los coupages internacionales de Col d'Orcia parecen inspirarse en un perfecto equilibrio entre austeridad y redondez, con marcados aromas que combinan con la suntuosidad natural del terroir de Montalcino. Como ejemplo de ello encontramos la etiqueta Nearco, un vino de merlot, cabernet y syrah con 18 de envejecimiento en barrica; y Olmaia, un inolvidable monovarietal de cabernet sauvignon con cuerpo, carnoso y muy sensual. Jovenes y afrutados, pero de autor, las interpretaciones locales de sangiovese las encontramos en etiquetas como Spezieri, un vino cotidiano que también cuenta con la variedad ciliegiolo en su coupage, y el Chianti Gineprone, una versión de Montalcino de esta célebre denominación toscana.