Château Haut-Bailly

El Château Haut-Bailly es un referente entre los vinos de Burdeos. Este Grand Cru Classé de Graves se sitúa al este del pueblo de Léognan, muy cerca de Château Carbonnieux.

El viñedo vio la luz en 1630, gracias a un banquero parisino, Firmin Le Bailly, pero fue Alcide Bellot des Minières quien le dio su prestigio en 1872. El segundo renacimiento data de 1955, cuando lo compra un negociante belga y contempló 15 añadas de vinos extraordinarios. Los años 70 supusieron un ligero bache en la calidad de los vinos de Haut-Bailly que empezó a superarse en la década de los 80 y enderezó definitivamente el rumbo en 1998, cuando la familia Wilmers, de origen norteamericano, adquirió la finca y trajo consigo un cambio de estilo que requirió un tiempo de asimilación.

En las primeras añadas se alternaron vinos de untuosa suavidad con añadas de taninos muy firmes. En la actualidad, la casa vuelve a estar en buena forma, 2009 y 2010 han sido reconocidas como dos de las mejores añadas del Château, como lo fueron en su día 1995 o 1990, y 2005 llegó a compararse con la mítica 1928. Ahora se reconoce al Château Haut-Bailly como una estrella en el centro del escenario del vino de Burdeos, gracias a su elegante interpretación de la fruta negra y sus sedosos taninos. El vino actual es harmonioso y fantásticamente equilibrado, ha crecido conservando la elegancia histórica pero añadiendo mayor intensidad. Robert Parker admitió haberse equivocado en sus primeras valoraciones de los vinos de Château Haut-Bailly al juzgar su delicadeza como un signo de debilidad y ha ido mejorando sus apreciaciones hasta llegar a concederle los tan deseados 100 puntos.