Dos entidades distintas en términos de geología y altitud caracterizan este terroir. El 80% del viñedo se encuentra en una meseta de piedra caliza situada a 300 metros sobre el nivel del mar. Esta elevación trae noches más frescas: la amplitud térmica permite una maduración más lenta de las uvas, lo que ofrece más frescura y finura aromática a los vinos. En esta meseta domina la piedra caliza y proporciona un buen drenaje de las lluvias, lo que permite a las vides extraer esta agua de las profundidades y ofrecer a las uvas su famosa mineralidad.
El 20% restante del viñedo se ubica alrededor del castillo, sobre suelos ligeros y arenosos, que aportan riqueza a los vinos. Esta diversidad geológica, combinada con la de las variedades de uva, ofrece una variedad de opciones esenciales para el desarrollo de las mezclas de las diferentes cuvées de la finca.
Desde febrero de 2021, las 150 hectáreas de viñedos de la finca cuentan con la certificación orgánica. Este enfoque es parte del deseo del Château de Berne de proteger una naturaleza particularmente generosa, pero también a las personas que trabajan allí. El Château de Berne también ha sido certificado High Environmental Value (HVE) nivel 3 durante varios años, respondiendo así a las necesidades expresadas durante el trabajo de Grenelle de l'Environnement sobre los aspectos económicos, ambientales y sociales de una granja. ellos también han sido moldeados de esta manera que respeta la naturaleza y las personas para expresar mejor este terroir tan específico.