Esteve Arrufí viene de una larga tradición familiar vitivinícola. Después de gestionar durante muchos años la bodega familiar decidió crear un proyecto propio dónde crecer y poder representar lo que significan para él los viñedos, la comarca de la Terra Alta y la elaboración del vino.
En 2016 empezó la construcción del Celler Arrufí y, en 2019, Esteve y Sol emprendieron este proyecto personal del que también forma parte el enólogo Joan Bada, quien se asegura de que nuestros vinos reflejen todo lo que queremos transmitir.
Francesc y Esteve son la nueva generación de la família Arrufí.