Cascina Piano

El castillo de Rocca di Angera, que domina la orilla del lago Mayor situada en la provincia de Varese, es uno de los monumentos más significativos de Lombardía. De origen medieval, es una de las fortalezas mejor conservadas y más monumentales, incluso por la decoración interna, de toda la región. Propiedad, todavía, de la familia Borromeo, familia aristocrática milanesa que ha dado nombres tan destacados como san Carlos Borromeo o el cardenal Federico Borromeo. Dejando a un lado el aspecto histórico-cultural, pocos recuerdan que toda la orilla varesina del lago Mayor estuvo completamente cubierta de vides hasta hace poco más de un siglo, como toda la provincia de Varese, si tenemos en cuenta la abundante producción de vino que llegó a extenderse incluso hasta las vecinas localidades de Saronno y Busto Arsizio. Hoy, tras el gradual abandono de la vida del campo, la superficie dedicada al cultivo de la viña apenas supera las diez hectáreas, y gran parte de este trabajo de recuperación se debe a la bodega Cascina Piano.

La historia de Franco Berrini es extraordinaria: en un territorio por el que nadie apostaba, él obtuvo no solo el reconocimiento de IGT sino también una valoración muy positiva por parte de la Universidad de Milán. ¿Resultado? Le quitan las botellas de las manos y la calidad de sus vinos es reconocida incluso por las mejores guías del sector en el país. Completan los méritos la tipicidad de los vinos, el carácter sostenible y ecológico de la bodega y la variedad de la gama. Trabajan una amplia variedad de uvas, hecho que demuestra que todavía están experimentando con las distintas variedades recuperadas, aunque con resultados espléndidos y con un firme respeto por la ecosostenibilidad. Son las típicas variedades del Oltrepò, como la croatina, la barbera o la uva rara, a les que añaden merlot, vespolina y una extraordinaria interpretación de la nebbiolo, la que, por otro lado, se encuentra de hecho en la otra orilla del lago, en el alto Piamonte. Entre las blancas, destacan la chardonnay y la bussanello, variedad autóctona, además de la trebbiano. Las etiquetas de los vinos están muy cuidadas y reproducen frescos de la zona, una prueba más del estrecho vínculo que esta bodega mantiene con el legado histórico y cultural del territorio.