Caruso e Minini

Dos familias, dos distritos y un histórico "baglio", así podríamos resumir la historia de Caruso e Minini. Una familia siciliana de antiguas tradiciones vinícolas, los Caruso, se unen a los Minini, dedicados al comercio en Lombardía, y juntos aúnan lo mejor del savoir faire italiano. Instalados en Marsala desde 2004, en un antiguo "baglio" (un tipo de finca rural amurallada que proliferó en Sicilia a partir del siglo XVII para protegerse del bandolerismo), hoy dan forma a una de las bodegas más innovadoras y modernas de la Sicilia occidental.

Innovadora y moderna también en su estilo de vino, la bodega nos ofrece vinos dinámicos y ágiles, de aromas característicos y un paladar intrigante del que nunca nos cansamos. A pesar de esta modernidad, los viñedos de la bodega son los más ancestrales que podemos encontrar en Marsala: Giummarella y Cuttaia, 120 hectáreas en total, se localizan en un conjunto de colinas al este de la ciudad, a una altitud máxima de 450 metros, sobre suelos ricos en arcillas y arenas y bajo la influencia del típico clima mediterráneo y su brisa salina.

Las uvas son las propias de la tradición del lugar. De manos de Caruso e Minini, las variedades Grillo, Nero d'Avola, Catarratto y Perricone alcanzan unos niveles de refinamiento y complejidad que bordean la perfección, ofreciéndonos una expresión de Sicilia tan veraz como moderna. También las variedades internacionales nos ofrecen lo mejor de sí mismas, con un espléndido y versátil Cabernet y un Syrah que se cuenta entre los mejores del sur italiano. Todo ello, respetando plenamente la autenticidad de este territorio con una conducción ecológica y certificada para buena parte de los vinos de su catálogo.