Cantina Benanti

Desde su refundación en 1988, Benanti se ha convertido en una de las bodegas de mayor prestigio del Etna y también en una de las más apreciadas por el consumidor. El mérito es debido al meticuloso trabajo llevado a cabo por una familia con larga tradición en esta vertiente oriental del volcán, con una especial atención tanto al viñedo como a sus vinificaciones. Tras la gestión del patriarca Giuseppe, uno de los mayor conocedores de este territorio, hoy son sus hijos, Antonio y Salvino, quienes han sabido perpetuar el legado paterno con una gran competencia enológica, diversificando sus crus y ofreciendo una excelente imagen y comunicación.

Vinos sin compromisos en cuanto a calidad, los de Benanti interpretan las tierras del volcán expresando su extrema mineralidad, con una sorprendente capacidad para transportarnos a cada uno de sus cru, de sus rocas y de sus vetas. Todo ello, con una excelente finura y elegancia. Establecida en este territorio del Etna desde principios del siglo XVIII, la familia hoy cultiva unos viñedos que sobrepasan fácilmente el siglo de edad, a menudo de pie franco. Sin duda, los perfectos narradores de este terroir y sus matices.

Emocionante, extremo, tenso, mineral, suntuoso... El vino más ejemplar de Benanti es el Etna Bianco Pietramarina. Procedente de los viñedos ubicados en Contrada Rinazzo, al este del Etna, las viejas viñas de 90 años crecen expuestas al mar, al viento y a unas fluctuaciones extremas de la temperatura. Un viñedo de características excepcionales tanto por su longevidad como por su complejidad. En nariz, el vino se expresa con notas de azahar, hierbas aromáticas, frutas blancas, pedernal y pólvora. En boca se revela con suavidad, con un cierto aire juvenil, fresco y con recuerdos cítricos, pero también sabroso, muy sabroso, e increíblemente persistente. Con una crianza de dos años en acero y un año más de reposo en botella, el resultado final es un vino profundamente sabio y emocional, pero también incitante y seductor.

Desde la vertiente norte del volcán, la bodega nos ofrece su Rovittello, un vino envolvente, generoso, crujiente, tánico y mineral, todo ello con enorme equilibrio. Los tintos de la casa expresan más que ningún otro las cuatro piedras angulares del trabajo de Benanti: tipicidad, elegancia, carácter y longevidad. En este sentido es obligatorio mencionar su Serra della Contessa, un vino que nace como fruto de una inagotable investigación, elaborado principalmente con la variedad nerello mascalese procedente de un viñedo prefiloxérico. Un trago más austero, riguroso y vertical, un vino que emociona.

Los vinos de la bodega siempre sorprenden sea cual sea su terroir de procedencia : Rinazzo y Cavaliere para los vinos blancos; Dafara Galluzzo, Monte Serra y Cavaliere para los tintos. Vinos tradicionales, frescos y fáciles de beber, pero también de notable complejidad. Una expresión genuina del volcán y, por ende, de su poliédrica personalidad.