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España
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CARRITO
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Bortolomiol

Bortolomiol

El nombre de Bartolomeo Bortolomiol y la profesión a él asociada aparecen recogidos en documentos que fechan de mediados del siglo XVIII y llegan hasta nuestros días de la mano de...

Año de fundación1949
EnólogoEmanuele Serafin
Viñedo propio:5 / ha
Producción anual2.000.000 botellas
País
Regiones
Uvas

Vino de Bortolomiol

13 productos

16,70

13,10

13,10

Agotado

13,10

Agotado

13,10

Agotado

24,55

Agotado

14,25

Agotado

20,30

Agotado

12,35

Agotado

9,30

Agotado

10,15

Agotado

11,80

Agotado

8,35

Bortolomiol

El nombre de Bartolomeo Bortolomiol y la profesión a él asociada aparecen recogidos en documentos que fechan de mediados del siglo XVIII y llegan hasta nuestros días de la mano de varias generaciones. Bartolomeo cultivó durante toda su vida las viñas en las colinas de Valdobbiadene, transmitiendo a sus descendientes ese amor por la tierra y la habilidad para obtener de ella sus mejores virtudes. Sus aprendizajes han llegado hasta Giuliano Bortolomiol, fundador de la actual bodega elaboradora de espumosos, un hombre que siempre ha apostado por la calidad y por el futuro de la denominación Prosecco, y así lo ha demostrado durante toda su vida. Sus hijas, Maria Elena, Elvira, Luisa y Giuliana, han asumido la misma misión de su padre y, junto a la madre, Ottavia, han invertido recursos y energías tanto en realzar la calidad del producto como en crear un fuerte vínculo con el territorio, guiadas por un principio de responsabilidad ambiental.

Giuliano Bortolomiol se matriculó de muy joven en la famosa Escuela de Enología de Conegliano. Inmediatamente después de la guerra, el hecho de constatar el abandono de los viñedos le hizo darse cuenta de que tenía una misión por realizar: hacer resurgir el viñedo y sobre todo elevar los vinos con denominación Prosecco tanto en términos de calidad como de prestigio, y darlos a conocer. Su sueño era convertir lo que eran unos simples vinos de producción local sin mayor pretensión en espumosos de prestigio internacional.

Hoy su sueño se ha hecho realidad y los vinos de la categoría Prosecco Superiore, bendecidos con una denominación del nivel de DOCG, son ciertamente apreciados en todo el mundo. Giuliano Bortolomiol fue uno de los fundadores de la Confraternidad del Prosecco en 1946 y, poco después, también de la Mostra dello Spumante (equivalente hoy al Fórum de Espumosos de Italia), además de maestro en la utilización del método Martinotti-Charmat y, siendo un hombre de una gran intuición y capacidad por la experimentación, elaboró el primer prosecco brut.

Con el cambio generacional, la gestión de la empresa ha evolucionado de forma natural a una división y especialización de las funciones directivas, hoy asumidas por cada una de las cuatro hijas de Giuliano, al frente de la compañía. Un relevo que, no obstante, ha mantenido intactos los principios de la tradición familiar: calidad de producto y exaltación del terruño ante todo.

El compromiso de las mujeres Bortolomiol no pretende solo afirmar con orgullo el enfoque femenino del trabajo sino sobre todo aportar una nueva identidad en el mundo del vino, que para las mujeres Bortolomiol significa, antes que nada, una mayor sensibilidad hacia el territorio. Desde proyectos de agricultura consciente y sostenible a una atención de toda la cadena de producción, la feminidad se ha convertido en parte del trabajo cotidiano en la bodega, haciéndose extensiva a otras realidades.

Con casi cinco hectáreas de propiedad, la bodega ha estado implicada siempre en el ámbito social y cultural y ha producido algunos de los proseccos más nobles de la denominación. Auténticos monumentos que convierten el prosecco en un homenaje a los mejores productos Made in Italy y un auténtico regalo al mundo de la crítica, son el Motus Vitae, un prosecco brut nature inédito, directo y vertical; y el Ius Naturae, de uvas rigurosamente ecológicas, con una frutosidad y un carácter vegetal espléndidos, aunque de estilo austero e impecable.

El gran Extradry Bandarossa destaca por su amabilidad, así como el suntuoso Cartizze, por su mayor frescura y limpidez, típicamente dry. Perfecto para acompañar toda una comida, con irresistibles notas cítricas y una sapidez perfecta es el brut Prior, tan recomendable como el Senior, un extra dry con recuerdos de cedro y pomelo. De merecido éxito, el Audax Zero.3, un extra brut para los amantes del prosecco moderno, directo, cortante y sin excesos. La gama de entrada, con la cuvée Miol, se distingue por su categoría y precisión: unos vinos frescos y fáciles de beber pero nunca ordinarios, expresiones igualmente fieles de un territorio desbordante en estilo y mineralidad.El nombre de Bartolomeo Bortolomiol y la profesión a él asociada aparecen recogidos en documentos que fechan de mediados del siglo XVIII y llegan hasta nuestros días de la mano de varias generaciones. Bartolomeo cultivó durante toda su vida las viñas en las colinas de Valdobbiadene, transmitiendo a sus descendientes ese amor por la tierra y la habilidad para obtener de ella sus mejores virtudes. Sus aprendizajes han llegado hasta Giuliano Bortolomiol, fundador de la actual bodega elaboradora de espumosos, un hombre que siempre ha apostado por la calidad y por el futuro de la denominación Prosecco, y así lo ha demostrado durante toda su vida. Sus hijas, Maria Elena, Elvira, Luisa y Giuliana, han asumido la misma misión de su padre y, junto a la madre, Ottavia, han invertido recursos y energías tanto en realzar la calidad del producto como en crear un fuerte vínculo con el territorio, guiadas por un principio de responsabilidad ambiental.

Giuliano Bortolomiol se matriculó de muy joven en la famosa Escuela de Enología de Conegliano. Inmediatamente después de la guerra, el hecho de constatar el abandono de los viñedos le hizo darse cuenta de que tenía una misión por realizar: hacer resurgir el viñedo y sobre todo elevar los vinos con denominación Prosecco tanto en términos de calidad como de prestigio, y darlos a conocer. Su sueño era convertir lo que eran unos simples vinos de producción local sin mayor pretensión en espumosos de prestigio internacional.

Hoy su sueño se ha hecho realidad y los vinos de la categoría Prosecco Superiore, bendecidos con una denominación del nivel de DOCG, son ciertamente apreciados en todo el mundo. Giuliano Bortolomiol fue uno de los fundadores de la Confraternidad del Prosecco en 1946 y, poco después, también de la Mostra dello Spumante (equivalente hoy al Fórum de Espumosos de Italia), además de maestro en la utilización del método Martinotti-Charmat y, siendo un hombre de una gran intuición y capacidad por la experimentación, elaboró el primer prosecco brut.

Con el cambio generacional, la gestión de la empresa ha evolucionado de forma natural a una división y especialización de las funciones directivas, hoy asumidas por cada una de las cuatro hijas de Giuliano, al frente de la compañía. Un relevo que, no obstante, ha mantenido intactos los principios de la tradición familiar: calidad de producto y exaltación del terruño ante todo.

El compromiso de las mujeres Bortolomiol no pretende solo afirmar con orgullo el enfoque femenino del trabajo sino sobre todo aportar una nueva identidad en el mundo del vino, que para las mujeres Bortolomiol significa, antes que nada, una mayor sensibilidad hacia el territorio. Desde proyectos de agricultura consciente y sostenible a una atención de toda la cadena de producción, la feminidad se ha convertido en parte del trabajo cotidiano en la bodega, haciéndose extensiva a otras realidades.

Con casi cinco hectáreas de propiedad, la bodega ha estado implicada siempre en el ámbito social y cultural y ha producido algunos de los proseccos más nobles de la denominación. Auténticos monumentos que convierten el prosecco en un homenaje a los mejores productos Made in Italy y un auténtico regalo al mundo de la crítica, son el Motus Vitae, un prosecco brut nature inédito, directo y vertical; y el Ius Naturae, de uvas rigurosamente ecológicas, con una frutosidad y un carácter vegetal espléndidos, aunque de estilo austero e impecable.

El gran Extradry Bandarossa destaca por su amabilidad, así como el suntuoso Cartizze, por su mayor frescura y limpidez, típicamente dry. Perfecto para acompañar toda una comida, con irresistibles notas cítricas y una sapidez perfecta es el brut Prior, tan recomendable como el Senior, un extra dry con recuerdos de cedro y pomelo. De merecido éxito, el Audax Zero.3, un extra brut para los amantes del prosecco moderno, directo, cortante y sin excesos. La gama de entrada, con la cuvée Miol, se distingue por su categoría y precisión: unos vinos frescos y fáciles de beber pero nunca ordinarios, expresiones igualmente fieles de un territorio desbordante en estilo y mineralidad.

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