El trabajo de Bodegas Jiménez-Vila comienza en el viñedo, ya que consideran fundamental que sus vinos reflejen de manera fiel las características del terruño. Creen firmemente que solo se puede obtener un gran vino si se parte de uvas de excelente calidad. Por ello, cultivan viñas viejas, de más de 50 años, capaces de transmitir toda la esencia del suelo. La vendimia es completamente manual, y las uvas se transportan cuidadosamente en cajas de 20 kg hasta la bodega.
Una vez en la bodega, respetan al máximo la uva para preservar todas sus cualidades. El proceso de elaboración es artesanal, lo que les permite crear vinos excepcionales y únicos. En cuanto a la crianza, emplean barricas de roble francés y optan por un largo tiempo de curado, lo que contribuye a la singularidad de sus vinos.