País de destino:
España
Idioma
CARRITO
Transporte gratuito a partir de 200 €

Emilio Moro

Emilio Moro

Emilio Moro es una de las bodegas más reputadas de Ribera del Duero. Muy apreciada por el gran público por su vino más joven, accesible y asequible, Resalso, y ampliamente admirada...

Año de fundación1932
País
Regiones
Uvas

Vino de Emilio Moro

11 productos

21,55

10,10

Agotado

36,95

10,90

15,50

28,50

130,00

26,90

94,50

26,90

Agotado

280,50

Emilio Moro

Emilio Moro es una de las bodegas más reputadas de Ribera del Duero. Muy apreciada por el gran público por su vino más joven, accesible y asequible, Resalso, y ampliamente admirada por su excelente Malleolus y sus extraordinarios Valderramiro y Sanchomartín. Emilio Moro tiene un vino para cada ocasión y para cada bolsillo, vinos siempre de la mejor calidad, con un estilo equilibrado y un carácter ribereño inconfundible, entre muchas otras virtudes.

La bodega

Bodegas Emilio Moro está situada en Pesquera de Duero, en la reputada Milla de Oro, y tiene sus orígenes en 1932. Don Emilio Moro nació en Pesquera en 1891, siendo la semilla para una historia vitivinícola cuya trayectoria se ha desarrollado ininterrumpidamente hasta nuestros días. Él fundaría la bodega basándose en el conocimiento y la pasión por el vino y la tierra, coincidiendo en el tiempo con la plantación de Finca Resalso, viñedo de suelo franco-arcilloso que con el tiempo se convertiría en la reserva genética de la casa y que daría nombre al vino más joven de la firma. Aquel mismo año nacería Don Emilio Moro hijo, quien después transmitiría toda su pasión a sus cuatro hijos y sería considerado por sus contemporáneos un auténtico visionario.

En 1989, José Moro, tercera generación de la familia y actual presidente de la firma, decidió apostar por la comercialización lanzando al mercado el primer vino etiquetado de la bodega. En 1997, comenzaron las obras de las actuales instalaciones en Pesquera de Duero, que culminarían cuatro años más tarde.

En 1998, desaparecieron las menciones de crianza, reserva y gran reserva, buscando resaltar la personalidad única de cada vino; además, nació Malleolus, uno de los vinos icónicos de Bodegas Emilio Moro. El año 2000 vería nacer a Malleolus de Valderramiro, el primer vino de pago de la bodega; su untuosidad y gran personalidad no tardarían en causar impacto en los mercados. Un par de años después, llegaría Malleolus de Sanchomartín, la máxima expresión del suelo calizo, la finura y la elegancia de la parte alta de una ladera plantada en 1944. Ya en 2009, llegaría Emilio Moro Clon de la Familia, un vino homenaje a la tradición, el carácter y la pasión de las tres generaciones.

Mención aparte merece, la creación, en 2013, de la Fundación Emilio Moro, dirigida a fomentar la cultura vinícola entre los estudiantes de gastronomía de Arequipa, en Perú, en riesgo de exclusión social. En colaboración con Cáritas Arequipa y otras organizaciones, la Fundación se ocupa de mantener un aula habilitada y equipada, así como de buscar y contratar profesorado especializado que pueda impartir las clases a los alumnos de segundo año que cursan los estudios de Gastronomía y Arte Culinario en el Centro de Estudios de Desarrollo Humano Integral Nueva Arequipa. El 70% de los costos corren a cargo de la Fundación, que se asegura, además, de que la oferta formativa responda a las demandas laborales del mercado. 

El equipo

En la actualidad son la tercera y cuarta generación de la familia quienes dirigen la bodega. Javier Moro como presidente, quien desde abril de 2022 toma las riendas de un nuevo y apasionante proyecto, mientras que Patricia Sanchez Moro asume el rol de directora general.

El equipo
Javier Moro Espinosa. Foto de Bodegas Emilio Moro.

Territorio y viticultura

Bodegas Emilio Moro cuenta con la base perfecta para la elaboración de grandes vinos: tradición familiar, un enclave estratégico (el corazón de la Ribera del Duero), uva autóctona, suelos de excelente calidad (arcillosos, calizos y de grava) y una orientación ideal.

Actualmente, la bodega posee unas 200 ha. de viñedo propio, plantadas e injertadas con un excelente clon de tempranillo recuperado de sus viñas más viejas. Este material vegetal supone un activo de vital importancia, pues la pureza del “clon de la familia” garantiza uvas pequeñas y concentradas que se transformarán en vinos de alta expresión. Los viñedos más antiguos fueron plantados en 1924 y, a partir de ellos, Emilio Moro seleccionó los mejores para reinjertarlos en los otros viñedos. Así, mientras otras bodegas arrancaban cepas viejas, en Emilio Moro se garantizaron perpetuar la esencia de sus vinos a través de la mejor una tinta fina.

Algunos de sus pagos más conocidos son Resalso (1,02 ha), plantado el año en que nació Emilio Moro (1933), con suelos profundos y frescos; Valderramiro (4,2 ha), con los vasos más antiguos de la bodega y la cuna de su gran vino de pago, Malleolus de Valderramiro; Sanchomartín (0,7 ha), con unas excelentes condiciones de maduración, ofrece vinos tánicos y de marcada acidez, ideales para la crianza; y Camino Viejo (7,5 ha), donde nace Malleolus.

En Emilio Moro es fundamental el respeto por el medio ambiente, que les asegura, no solo uvas de la mejor calidad, sino un futuro saludable para el entorno y para sus propios viñedos. Se sigue un programa de ahorro energético, se reciclan todos los materiales posibles de manera concienzuda y se sigue investigando para convertir los viñedos en entes tan sostenibles como sea posible. La bodega se ha provisto de una aplicación informática que les permite monitorizar al detalle cualquier cambio en el suelo, en la uva o en la meteorología, información de vital importancia para hacer un uso preciso de los recursos disponibles en caso, por ejemplo, de la aparición de una plaga. Igualmente, se lleva un registro preciso de las variedades de cada finca, los suelos y los años de plantación, con el claro objetivo de conocer al máximo hasta el último detalle de cada cepa; sólo así conseguirá la bodega elaborar los mejores vinos.

Los vinos

El estilo de los vinos de Emilio Moro es reconocido por todo buen aficionado al vino por su equilibrio. Alcohol y acidez, fruta y madera, modernidad y tradición, se dan la mano en armonía para dar lugar a extraordinarios vinos que son fruto del tesón y la unidad familiar, del sacrificio y la humildad. Son vinos maduros y complejos, intensos, llenos de color y muy expresivos. Los tintos más jóvenes alardean de espontaneidad y fruta intensa, mientras que los vinos de crianza regalan complejidad, texturas aterciopeladas y redondez; en total, la bodega Emilio Moro elabora 8 vinos en la Ribera del Duero. 

El jovencito

El más popular y el de mayor producción es el Finca Resalso, un vino de tinta fina con cuatro meses de crianza en roble francés cuyo nombre procede del viñedo histórico. Se trata de un vino expresivo y fresco, con una extraordinaria carga frutal y taninos maduros.

Vinos de terruño

Emilio Moro es el vino que anteriormente se acompañaba de los términos crianza o reserva. Se elabora a partir de viñedos de entre 15 y 25 años y su crianza se prolonga durante doce meses en barricas de roble americano y francés. Es un vino elegante, con aromas a frutos negros maduros y destellos de madera asomando en un discreto segundo plano.

Con Malleolus nos adentramos en la alta expresión de la variedad tinto fino; sus uvas proceden de viñedos de hasta 75 años y su nombre deriva de majuelo, la forma tradicional de llamar a los viñedos en Pesquera de Duero. Tras 18 días de maceración y culminada la fermentación, envejece 18 meses en barricas nuevas de roble francés para convertirse en un vino intenso y concentrado, de taninos golosos.

El Emilio Moro Vendimia Seleccionada procede del pago de La Mira, una parcela de suelos arcillosos situada a 900 metros sobre el nivel del mar. En su crianza se combinan el roble nuevo y el de segundo año para que la fruta luzca en todo su esplendor.

La Felisa es un homenaje a la madre de los actuales propietarios, un vino elaborado sin sulfitos y con uvas de cultivo ecológico que rezuma aromas de frutos negros, violetas y regaliz.

Vinos de finca

Malleolus de Valderramiro es el primero de los vinos de finca, fruto de un terruño situado a 859 metros de altitud que transmite gran intensidad balsámica y untuosidad al vino. La más vieja de las fincas regala cada año un vino opulento, sedoso y de gran potencia.

Malleolus de Sanchomartín procede de un viñedo de más de 65 años de edad del que toma el nombre. Es un vino que combina la intensa fruta negra con los finos aromas tostados del roble y que resulta poderoso, persistente y muy equilibrado en el paladar.

El mito

El Clon de la Familia es el vino de producción limitada que se elabora únicamente en las mejores añadas a partir de los mejores terruños. Pretende ser un reconocimiento a la esencia familiar, al legado de una variedad mágica.

La empresa / El grupo

El proyecto de Bodegas Emilio Moro se extiende desde la Ribera del Duero hasta El Bierzo, región en la que la empresa elabora sus vinos blancos desde el año 2016 y donde recientemente ha inaugurado su propia bodega.