Elaboran sus vinos a partir de uvas provenientes de viñedos propios cultivados de manera ecológica, sin utilizar productos de síntesis química. Para la nutrición del suelo, emplean abono verde sembrando habas en las calles del viñedo durante el otoño, que se incorporan al terreno cuando la vid comienza a brotar. Como antifúngicos, solo usan elementos naturales como cobre y azufre, aplicados en el menor número de tratamientos posible para garantizar una vendimia saludable.
Todas las labores en el viñedo se realizan de forma manual, con especial atención a la poda en verde para asegurar una ventilación óptima de los racimos y un aclareo durante el envero, que favorece una maduración homogénea. La vendimia también se realiza manualmente, con una primera selección de racimos en la viña. Las uvas se transportan a la bodega en cajas de 15 kg, llenas solo lo necesario para evitar el aplastamiento innecesario de los frutos.
Cultivan la vid en dos fincas: El Morisco, ubicada en Los Palacios y Villafranca, que abarca 2,5 hectáreas de suelo arcilloso, donde se cultivan dos variedades blancas, Viognier y Vijiriega; y La Dormida, situada en Utrera, con 5 hectáreas de suelo franco arenoso, ideal para el cultivo de la vid, donde se cultivan cuatro variedades tintas: Syrah, Petit Verdot, Pinot Noir y Mollar Cano.