Bodega Aleanna

Argentina vuelve a estar en el punto de mira. Su potencial es tremendo y, en los últimos años, una nueva horneada de jóvenes enólogos están demostrando cuánto nos queda por descubrir. El mundo del vino evoluciona y también en este país suramericano, donde uno de los principales actores responde al nombre de Alejandro Vigil, el 'Elvis Presley de los vinos', 'el Messi de los vinos' o directamente 'la bestia vínica', aunque él prefiere definirse como un simple viticultor y un ordinario consumidor de vinos. Modesto sí pero común, en absoluto. Vigil es un gran aficionado a la lectura, apasionado de la cocina y de la música (jazz y rock and roll en particular), una persona de trato amable, hombre de amigos y familia, y un genio creativo, inquieto e innovador, considerado hoy como uno de los mejores enólogos del mundo. Su excepcionalidad ya fue percibida hace años por el gran bodeguero Nicolás Catena, quien muy pronto le nombró enólogo jefe de su bodega, Bodega Catena Zapata, y por la hija menor de éste, Adrianna Catena, con quien Vigil es copropietario desde el 2006 del proyecto Bodegas Aleanna, titular de los cada vez más famosos vinos Enemigo.

La filosofía de Alejandro Vigil es clara: elaborar vinos como se hacían antiguamente, vinos frescos, que puedan beberse con facilidad, 'vinos de sed' como los llama él, vinos que ofrezcan algo nuevo a cada trago y que mariden bien en la mesa. Precisamente buscando esa diversidad, Vigil apuesta especialmente por la variedad cabernet franc, una uva que, como la malbec, ofrece vinos distintos según las características del lugar, con una mayor diversidad y complejidad, a diferencia de la cabernet sauvignon, por ejemplo, una variedad que tiende a dominar el carácter del vino. El vino debe expresar su origen, ser complejo pero liviano, y debe abrir el espíritu, activar recuerdos y sensaciones; y el terruño debe ser el protagonista, no la madera; de aquí que para la vinificación se antepongan los depósitos de cemento a los de acero, y los toneles viejos a las maderas nuevas.

Alejandro Vigil es todo un personaje y sus vinos, extraordinarios; tanto, que su bodega se ha convertido ya en un lugar casi de culto, situada junto a su propio domicilio de Chachingo, en el departamento de Maipú, en Mendoza, sobre todo desde que en el 2015 abrió allí mismo su restaurante Casa El Enemigo, donde es posible disfrutar no sólo de un entorno envidiable y de exquisitos manjares, sino acompañarlos de todos sus vinos, incluidos los de alta gama... ¡para algunos de los cuales hay siempre lista de espera!