Barbacarlo di Lino Maga
Lino Maga es el hombre que más ha luchado por dignificar y reconocer la calidad de las maravillosas colinas del Oltrepò Pavese, incluso en los años más difíciles,...
Año de fundación | 1886 |
Enólogo | Lino Maga |
Viñedo propio: | 8 / ha |
Producción anual | 24.000 botellas |
País | |
Regiones | |
Uvas |
Vino de Barbacarlo di Lino Maga
Barbacarlo di Lino Maga
Lino Maga es el hombre que más ha luchado por dignificar y reconocer la calidad de las maravillosas colinas del Oltrepò Pavese, incluso en los años más difíciles, cuando la cantidad y la agricultura intensiva imperaban sin control. Un hombre a quien la tierra se lo debe todo, del mismo modo que él lo debe todo a la tierra de Lombardía. Ignorado durante mucho tiempo, fueron sus amigos y grandes expertos Luigi Veronelli y Gianni Brera los primeros en reconocer su trabajo; hoy, se ha convertido en un verdadero mito vivo del vino italiano. La bodega fue fundada en el año 1896, cuando los antepasados de Lino dedicaron el viñedo de la familia y toda una colina a la memoria del tío Carlo, conocido como Barbacarlo en el dialecto de Pavía.
Barbacarlo no es un viñedo cualquiera: con cepas de más de ochenta años —y Lino cuenta ya con más de ochenta cosechas a sus espaldas—, Barbacarlo es un viñedo legendario en la región del Oltrepò, 4 hectáreas de toba en los elevados terrenos de Broni. 300 metros sobre el nivel del mar y pendientes de hasta el 70%. Un viñedo que Lino siempre ha reverenciado como un don ancestral, rechazando utilizar en él cualquier tipo de producto de síntesis, tal como hace en la bodega. A Lino le habría gustado, cuando todavía nadie hablaba de pagos ni viñedos singulares, que a Barbacarlo se le hubiera reconocido su estatus de viñedo histórico dentro de la DOC Oltrepò Pavese. Un reconocimiento todavía por llegar, motivo por el cual Lino se mantiene fuera de la denominación oficial.
Croatina, uva rara y vespolina son las protagonistas en Barbacarlo y, en general, en toda la región del Oltrepò. Uvas rústicas con un marcado carácter del lugar, que Lino convierte en vinos de un estilo directo, vigoroso, totalmente opuesto a cualquier estandarización y marcados siempre y a voluntad por las características propias de cada cosecha. El Barbacarlo vino es conocido, de hecho, por su estructura y buqué, y por conservar todavía algo de anhídrido carbónico o contener más o menos azúcar residual, en función precisamente de la añada. Cada cosecha —cada botella, casi podríamos decir— nos narra un nuevo y sorprendente relato. Algunos son extraordinarios; otros, mediocres, que Lino no llega ni a embotellar; y algunos, regulares, como fueron los de 2014, que Maga produce pero de los que —advierte en la misma etiqueta— no habría que esperar mucho.
Son vinos sin clarificar ni filtrar, fermentados de forma natural con levaduras autóctonas. El Barbacarlo es, como su hermano pequeño Montebuono —otro viñedo singular de Broni, de menor extensión—, un vino increíble también por su capacidad de guarda: más de 30 años. Increíblemente generoso en los encuentros de degustación, Lino suele ofrecer unas catas verticales espectaculares de sus mejores vinos, retrocediendo hasta cosechas de los años ochenta. En la bodega, las fermentaciones tienen lugar en tinos de roble y castaño, conservados y tratados como si de objectos sagrados se trataran, y el vino suele embotellarse, entre abril y mayo, todavía "vivo", cuando la fermentación ha justo terminado.
¿Botellas impredecibles? Ciertamente, pero nunca decepcionantes. En la mesa, el Barbacarlo es de una versatilidad absoluta, un auténtico vino adecuado tanto para la mesa más humilde como para la más sofisticada. Una pieza de artesanía tanto como una obra de arte. Algunas añadas son suntuosas, con mucho cuerpo y fruta, firmes y opulentas. Otras son fáciles de beber, vivaces, quizás con una tan evidente como interesante y sabrosa ligera aguja y cierto azúcar residual. Alérgico al marketing y a la burocracia, Lino solo responde a su tierra y a sus reglas.
Hasta que no entendamos que la tierra es nuestra madre, con sus frutos, y empecemos a diferenciar una producción de otra, no conseguiremos impulsar ni alcanzar la reputación que merece esta región. Solo entonces podrá el Oltrepò Pavese resplandecer. (Lino Maga)