Banfi

Banfi nace en 1978, como resultado de un proyecto ambicioso y al mismo tiempo visionario: crear un polo de excelencia para la producción de vinos de calidad en Montalcino e Italia. Un entorno abierto a la investigación, el estudio y la hospitalidad que, solo unos años más tarde, se definirá como el proyecto más importante y con visión de futuro jamás ejecutado en la industria del vino en Italia.

Los dos hermanos Mariani, John y Harry, creadores de este nuevo sueño americano, llegan a Montalcino a mediados de la década de 1970, inicialmente buscando un Brunello para agregar a su portafolio como importadores respetados y ya exitosos en Estados Unidos. El territorio que exploraban era muy diferente en ese momento al que lo conocemos hoy, ciertamente más pobre, más aislado y desconocido para la mayoría, con aproximadamente una treintena de productores de Brunello. Sin embargo, solo unos pocos estaban en condiciones de exportar sus vinos más allá de las fronteras nacionales. Entre ellos, la finca Poggio alle Mura, de la cual los hermanos Mariani importan el Brunello a los Estados Unidos, sintiendo inmediatamente el potencial no expresado y animándolos así en su sueño de mucho tiempo, a cruzar “al otro lado de la barricada”, convirtiéndose también, y ante todo, en productores de calidad. Después de las adquisiciones iniciales en 1978, que incluyen también terrenos de Poggio alle Mura, los hermanos Mariani completan las compras en 1983, uniendo toda la finca de Poggio alle Mura, incluido el histórico castillo medieval que se convierte en el símbolo de Banfi. El papel de Banfi en la historia de uno de los productos más icónicos del Made in Italy, Brunello, es indiscutible. La adquisición y la expansión de la finca colocan a Montalcino en el pináculo de los mapas vitivinícolas de Italia y del mundo. Además, es fundamental la importancia que ha jugado la llegada de Banfi en el tejido social y económico del territorio de Montalcino, donde se convirtió en motivo de inspiración para muchas fincas, así como en un incentivo para los productores más históricos que ampliaron sus horizontes, con grandes mejoras en las técnicas de gestión del viñedo y bodega. Banfi siempre ha creído firmemente en el gran potencial de la viticultura y enología del territorio de Montalcino y su variedad simbólica, y ha promovido estudios innovadores de los suelos y de Sangiovese. Igualmente pioneras son las innovaciones en bodega, con el desarrollo de técnicas y tecnología, desde la selección de la uva hasta su vinificación, que hoy son patrimonio de la enología moderna internacional. Estudio, investigación y experimentación, para conocer y reinterpretar un territorio único en el mundo, así como para distinguir y potenciar su propio modus operandi. Para Banfi la investigación representa un concepto transversal y en continua evolución, desde el viñedo hasta la bodega. En la actualidad, Cristina Mariani-May representa la tercera generación de la familia.

La finca Banfi se extiende al sur de Montalcino, en los confines del Valle de Orcia Un tercio de sus 2830 hectáreas en propiedad se cultiva con viñedos y el resto presenta olivos, frutales, bosques y terrenos sin cultivar.

El proyecto Banfi Piemonte se dirige a la revalorización de las denominaciones más apreciadas del bajo Piamonte, y representa la unión perfecta entre la tradición ancestral de los espumosos y la experiencia enológica adquirida por la empresa. La propiedad se extiende entre los municipios de Novi Ligure y Acqui Terme, a lo largo de una superficie de 50 hectáreas, con 46 de viñedos.

El amor hacia la Toscana ha transportado recientemente a Banfi hacia nuevos territorios, entre los que se encuentran los más idóneos de la región: Bolgheri, la pequeña hacienda donde se unen la legendaria historia de los etruscos con la producción del DOC la Maremma, territorio consagrado a la producción del Vermentino y Chianti, uno de los territorios privilegiados para el nacimiento del Chianti Classico.

La Bodega concebida para preservar al máximo la integridad y la riqueza de las uvas, cuenta hoy en día con las más avanzadas tecnologías, fruto de una revolucionaria experimentación técnica. El considerable trabajo desarrollado durante la vinificación continúa en el silencio de los barriles, donde los grandes vinos de Banfi, fundamentalmente los tintos, evolucionan y afinan, con el pasar de los años, sus características más distintivas de potencia, elegancia y longevidad. Sus más de 7000 barricas, dispuestas en filas ordenadas, y los grandes barriles, constituyen el corazón de Banfi, que palpita en el silencio y en la calma propios de la naturaleza que rodea esta bodega.