- Frazione Moncucco 21, Farigliano (CN)
- 0173797228
- info@annamariabbona.it
- http://www.annamariabbona.it/
Anna Maria Abbona
Hablar de Anna Maria Abbona significa hablar de Dogliani, su terroir de origen. Aquí, en la localidad de Moncucco di Farigliano, donde impera la uva dolcetto, Anna Maria se ha decantado por esta variedad...
Año de fundación | 1989 |
Enólogo | Giorgio Barbero, Franco Schellino |
Viñedo propio: | 14 / ha |
Producción anual | 80.000 botellas |
País | |
Regiones | |
Uvas |
Vino de Anna Maria Abbona
Anna Maria Abbona
Hablar de Anna Maria Abbona significa hablar de Dogliani, su terroir de origen. Aquí, en la localidad de Moncucco di Farigliano, donde impera la uva dolcetto, Anna Maria se ha decantado por esta variedad desde la década de 1980, cuando era extraño apostar por ella y no por la nebbiolo. El proyecto de Anna Maria Abbona se hizo realidad y prosperó no solamente gracias a los grandes crus de los que dispone para el cultivo de la dolcetto, sino también por haber orientado sabiamente los viñedos y el trabajo de la bodega hacia una gestión ecológica.
Asociada al movimiento Chiocciola, la asociación italiana de Slow Food, la de Anna Maria Abbona es una bodega dedicada en cuerpo y alma a un grandísimos Dolcettos que se cuentan entre los mejores tintos del Piamonte. Ciertamente el terruño tiene su parte de mérito, ya que entre todas las denominaciones piamontesas dedicadas al Dolcetto la de Dogliani es quizás la que nos ofrece un producto más típico, completo y complejo. Es en Dogliani, en los territorios de la DOCG Alta Langa, donde el Dolcetto es a la vez suave y fragante, fresco y con estructura, sabroso y elegante. Los terrenos calcáreos y blancos, de suelos ricos en arenas y margas, nos ofrecen un vino de color rubí con matices violetas, con una aromática que conjuga notas de mora, frambuesa y guinda con otras más intensas y profundas de sotobosque, regaliz y tabaco.
Entre sus vinos destaca, año tras año, Maioli, un Dogliani Superior procedente de viejas viñas que se benefician de una perfecta exposición; un vino largo, intenso, de excepcional armonía y capaz de una sorprendente y refinada longevidad en botella. San Bernardo, con una larga crianza en barricas de roble, se elabora solamente en las mejores añadas y destaca por su clase y redondez. Para los amantes del Dolcetto desnudo y sin ornamento: Sorì dij But, un ejemplar vertical, fragante, típico y jovial.
Si dejamos su gama de Dolcettos nos encontramos con un Riesling que destaca por su mineralidad y longevidad: L'Alman, un vino que se cuenta entre los mejores del Piamonte. Y por supuesto, no podían faltar los Barolo: uno de ellos tradicional, envejecido en grandes barriles, crujiente y poderoso, con toda la tipicidad de Castiglione Falletto; y otro procedente del cru de Bricco San Pietro, con un mayor paso por madera y, por ende, con mayor presencia de notas terciarias. Para acabar, un blanco autóctono de las Langhe siempre divertido e interesante: Nascetta Netta.