- Località Montemaggiore, Gradoli (VT)
- 0633249347
- info@occhipintiagricola.it
- http://www.occhipintiagricola.it/
Andrea Occhipinti
El del Lago de Bolsena, al norte de Roma y de la región del Lazio, es uno de los terroirs volcánicos más interesantes y menos conocidos de Italia. Aunque los suelos lacustres y las tierras volcánicas...
Vino de Andrea Occhipinti
Andrea Occhipinti
El del Lago de Bolsena, al norte de Roma y de la región del Lazio, es uno de los terroirs volcánicos más interesantes y menos conocidos de Italia. Aunque los suelos lacustres y las tierras volcánicas han tenido una gran importancia en zonas vinícolas como la de Umbría, aquí sin embargo su potencial aun está por descubrir. Este parece ser el proyecto de Andrea Occhipinti, un enólogo tan curioso como refinado, que pone en valor este terroir y la reina de sus variedades autóctonas: la aleatico.
En la bodega de Andrea Occhipinti, la vinificación y los refinamientos se llevan a cabo en depósitos de diferente material, como el acero, el cemento o las ánforas, mientras que en el viñedo, con un cultivo rigurosamente ecológico, la variedad más importante es la aleatico. Esta uva nos ofrece tintos ligeros y de moderada aromática, aunque también resulta excelente para pasificar. Junto a ella encontramos también la greghetto, una variedad tinta de origen toscano.
El catálogo de la bodega nos permite disfrutar de un monovarietal de aleatico vinificado en blanco, el Alter Alea, un vino aromático, fresco e intenso. También encontramos el Alea Rosa Rosé, igualmente a base de aleatico ahora vinificado en rosado, un vino de color vivo y amable acidez, con aromas intensos que demuestran hasta que punto esta variedad también es óptima para este estilo de vino. El Alea Viva, un vino seco elaborado a partir de la aleatico de la zona de Gradoli, es la referencia clásica de la bodega, un vino armonioso, de trago fácil, intenso, envolvente y mineral. Finalmente, el Rosso Arcaico, elaborado a partir de aleatico con una maceración durante un mes en ánforas y otros tres meses en contacto con sus lías, un vino que rompe esquemas y sorprende por su gran clase y estructura.