Dominio de Atauta

Dominio de Atauta es una bodega situada en el valle soriano que le da nombre, zona de gran valor etnográfico y de larga tradición vitivinícola. Desde más de 1000 metros de altitud, el objetivo de la bodega es mostrar todo el potencial de las viñas prefiloxéricas de tinto fino en un valle con más de cinco siglos de tradición vitivinícola y con unas condiciones de extrema austeridad, tanto por su altitud, como por la escasez de lluvias y las grandes oscilaciones térmicas.

Se trata de un valle que, pese a sus reducidas dimensiones, tiene gran diversidad de suelos, tanto en composición, como en profundidad, con un elemento en común: la roca calcárea. La intensa mineralidad, la lenta madurez provocada por la altitud y los fuertes vientos que mantienen la uva en perfecto estado sanitario suman virtudes para hacer del valle un lugar ideal en el que cultivar uvas de la mejor calidad. Las viñas conviven en armonía con un magnífico entorno natural de encinas y robles, hierbas aromáticas y animales como liebres, corzos, jabalíes y águilas.

La variedad predominante en las más de 500 microparcelas que la bodega posee a lo largo del valle es, por supuesto, el tinto fino. Los trabajos en el viñedo se basan siempre en principios orgánicos y biodinámicos, buscando el máximo respeto al medio ambiente, motivo por el cual se realizan siempre a mano. El único abono empleado es compost de origen animal y vegetal. Las viejas cepas, de más de 85 años, están plantadas en vaso, como tradicionalmente se hizo siempre en la zona. Las producciones son muy escasas, 2.500 kg/ha como máximo, lo que significa que cada cepa da una cantidad de uva algo menor a la necesaria para producir una botella de 0,75 l. Mimar una materia prima tan especial es el objetivo principal de Dominio de Atauta.

En bodega se trabaja con distintos materiales como madera, acero y hormigón para que el carácter individual de cada parcela reciba el tratamiento más adecuado a sus particularidades. Se intenta intervenir muy poco sobre el vino, dejando que sean las levaduras autóctonas las que conduzcan la fermentación, evitando estabilizaciones por frío y filtrando de manera muy suave. Tras la fermentación, todos los vinos se crían en barricas de roble francés que se renuevan periódicamente y ayudan a los vinos a expresar todo su potencial.

También elaboran magníficos vinos en otra bodega de su propiedad Atalayas del Golbán, en la misma Ribera del Duero.