Belondrade

Belondrade empezó su andadura en 1994, en las instalaciones de Nava del Rey. La primera añada del gran blanco Belondrade y Lurton llegaría al mercado en 1996, obteniendo excelentes críticas a nivel internacional casi de inmediato.

En 1999, se plantaron algunas de las parcelas más emblemáticas de la firma, pues los viñedos propios se entendían como una piedra angular en el proyecto de un château bordelés en España.

Un año más tarde, en 2000, se inauguró la bodega en La Seca y se elaboró la primera añada del Quinta Clarisa, el vino rosado de Belondrade; en 2002 llegaría el blanco Quinta Apolonia.

A partir de 2005, la levaduras autóctonas empezaron a cobrar protagonismo, acorde con el deseo de Didier de conservar la identidad de cada parcela. En este mismo sentido, fue relevante el año 2010, fecha de la certificación ecológica. 

Didier Belondrade Lerebours es fundador y propietario de la bodega. Cuenta con Marta Baquerizo Mesonero-Romanos como directora técnica y enóloga y con su propio hijo, Jean Belondrade Lurton, como responsable de comercialización. Macario González Sánchez, en la empresa desde 1998, es la persona de confianza en el viñedo.

El viñedo de Belondrade se sitúa a unos 750 metros de altitud, a escasos kilómetros del río Duero. El clima es continental, con escasas precipitaciones (300-350 mm/año), caracterizado por inviernos largos y fríos y veranos cortos y calurosos, con una gran amplitud térmica entre el día y la noche.

Belondrade cuenta con 40 hectáreas de viñedo propio dividido en 23 parcelas de distintos tamaños, orientaciones y suelos. Estos se caracterizan por su bajo contenido en materia orgánica y están compuestos, principalmente, por una capa de canto rodado de 10-60 cm, un subsuelo de arcilla y una capa profunda de caliza

La densidad de plantación oscila entre las 1.100 y 3.300 plantas por hectárea, con un rendimiento medio de 30-35 hectolitros. El 100% del viñedo es de la propiedad, con una edad media de 25 años, y se cultiva siguiendo una viticultura ecológica en la que no se aplican ni herbicidas ni pesticidas. 

Los blancos

Quinta Apolonia, vino que luce el nombre de la hija mayor de Didier (Apolline), muestra la frescura y la complejidad del verdejo. Refleja la diversidad de las 23 parcelas de la firma y reúne la frescura de la fermentación en depósito con la estructura y complejidad de las fermentaciones en barrica. Producción anual: 60.000 botellas.

Belondrade y Lurton es la esencia del terruño y de la filosofía de la bodega. Cada parcela es cosechada a mano para fermentar y criarse por separado sobre sus lías en barricas de roble francés durante 10 meses. Posteriormente se seleccionan los mejores vinos y se mezclan para dar lugar a unas 100.000 botellas anuales que seguirán ganando complejidad durante años

El rosado

Quinta Clarisa procede de una pequeña parcela de tempranillo y de suelos arenosos que se vendimia a mano de una sola vez. Se elabora únicamente con el mosto flor después de una maceración de un día, transmitiendo sensaciones de vino tinto ligero, frescura y presencia en boca. Producción media anual 5.000 botellas.